Correr y nadar son dos de los ejercicios preferidos por la gente a la hora de realizar su actividad cardiovascular. Ambos cuentan con un sinnúmero de beneficios que los ponen por delante de otros como la bicicleta, sin embargo, también presentan algunas diferencias que vale la pena revisar para saber cuál de estos dos deportes te ofrece mayores ventajas de entrenamiento.
Han sido los científicos de la Universidad de Texas, Estados Unidos, los encargados de llevar a cabo una investigación con atletas recreativos que nos aclara mucho más el panorama y que nos permite encontrar 5 grandes diferencias entre el entrenamiento de los corredores y el entrenamiento de los nadadores. La primera gran conclusión que deja el estudio revela que en algunas cuestiones de salud, los primeros aventajan a los segundos. Pero, en la protección de las articulaciones los segundos son más beneficiosos que los primeros. Veamos detalladamente cuáles son estas divergencias.
✔ Corredores: Tren Inferior
✔ Nadadores: Tren Superior
El entrenamiento de la fuerza de un corredor está más enfocado en los grupos musculares inferiores (cuadríceps, gemelos, glúteo) por la potencia que requiere para impulsarse hacia adelante. Por su parte, el del nadador, hace énfasis en la zona superior (espalda, pecho, brazo) debido a los movimientos que realiza para desplazarse dentro de la piscina.
✔ Corredor: 47 mmHg
✔ Nadador: 54 mmHg
El pulso puede ser un indicador de rigidez arterial. Baja es mejor. Nadar ejerce mayor demanda sobre el sistema nervioso, que puede disparar la constricción, asegura el autor del estudio Hirofumi Tanaka.
✔ Corredores: 50 LPM
✔ Nadadores: 58 LPM
El corazón del corredor (que se encuentra en posición vertical y contra la gravedad) tiende a bombear un mayor volumen de sangre en comparación con el del nadador, por lo que no necesita latir tan rápido.
✔ Corredor 18%
✔ Nadador 24%
El agua fría estimula el apetito, «lo cual contribuye a reducir la pérdida de grasa», señala Tanaka. Mayor grasa corporal puede conducir a presión arterial alta y colesterol HDL elevado en los nadadores.
✔ Corredores: 8.2%
✔ Nadadores: 3.8%
Correr ayuda a relajar las paredes arteriales, por lo que la sangre fluye con mayor facilidad dentro de ellas. Nadar no produce el mismo efecto. El mayor porcentaje de grasa corporal puede ser el culpable.