Dicen que una de las cosas más importantes para ser basquetbolista profesional es la altura. Sin embargo, hay casos de personas muy altas que no pudieron cumplir con esta regla. El más famoso de todos es el de Ri Myung Hun, un jugador norcoreano que por culpa de la política no pudo llegar a la NBA.
Pese a medir 2,35 metros, no jugó en la Liga a finales de los 90 por las malas relaciones entre Corea del Norte y Estados Unidos. Es más, hasta se cambió de nombre en honor a su ídolo: por su admiración hacia Michael Jordan, pidió que se le llamara Michael Ri. Lo que si pudo hacer fue ingresar en el Libro Guinness de los Récords como el ser humano vivo de mayor estatura.
En 1997, el gigante norcoreano viajó hasta Canadá para entrenarse. Pronto llamó la atención por su talla, pero también por su coordinación, impropia de alguien de su tamaño. En la NBA empezó a sonar su nombre como si fuera protagonista de una historia mitológica. Seis franquicias mostraron interés en darle una oportunidad. Todo marchaba y el sueño de Ri parecía encarrilado, hasta que topó con la burocracia y las relaciones internacionales.
El Departamento de Estado de Estados Unidos le impedía jugar en la NBA ciñéndose a la Ley de comerció con el enemigo, de 1917, que prohíbe a las empresas estadounidenses hacer negocios con, entre otros países, Corea del Norte y sus ciudadanos.
Más tarde se le autorizó a jugar con una condición: no debía mandar nada de su salario a Corea del Norte. El amado líder Kim Jong-Il, gran aficionado al baloncesto y a la Liga estadounidense, quería ver a su compatriota en la NBA, pero no a cualquier precio. Se negó a esa primera propuesta y dijo que sólo aceptaría si a Ri le pagaban en trigo.
La Historia de Ri Myung Hun
El jugador acabó hastiado de estar en el fuego cruzado de las dos potencias. Sentía que le estaban utilizando como arma política. «Pensé que si podía jugar en la NBA, contribuiría a las relaciones amistosas entre mi país y Estados Unidos. Pero mis esfuerzos han tenido el efecto contrario. Querían usarme con fines políticos. Así que me rendí», lamentó en una entrevista con CNN.
Ri siguió jugando en Corea del Norte y con la selección nacional, en la que era el jugador más destacado. Lo último que se sabe de él, a sus 55 años, es a través de algunas fotos en las que aparece con Dennis Rodman en alguno de los viajes diplomáticos del excéntrico jugador a Pyongyang, pues es amigo de Kim-Jong Un.
De haberse hecho realidad su sueño, hubiera superado los 2,31 metros de Gheorghe Muresan y Manute Bol, los dos jugadores más altos de la historia en la NBA. Y podría haber abierto la puerta a jugadores asiáticos, algo que hizo posteriormente Yao Ming. Pero por encima de cualquier cosa podría haber ejercido una labor diplomática entre dos países constantemente enfrentados. Pese a sus esfuerzos y sus deseos, nada de eso logró.
«Quería probar mis habilidades. No me interesaban el dinero o la política. Como deportista, solo quería intentarlo», dijo quien pudo ser el jugador más alto de la historia en la NBA.