La mayoría de las personas que hacen dieta tienen un objetivo simple: perder peso como sea, en el menor tiempo posible. Sin embargo, también son muchos los que cuidan su alimentación para estar más saludables. Sea cual sea tu caso, seguramente has odio hablar de Dieta Atkins, que ha ganado bastante popularidad en el último tiempo.
Este régimen alimenticio consiste en restringir el consumo de hidratos de carbono y aumentar el de proteínas. Según los expertos en nutrición, su argumento principal es que al organismo le es más fácil quemar carbohidratos que proteínas. En concreto, se limita a los 50 gramos diarios este macronutriente y se aumenta el consumo de proteínas y grasas.
Por lo general, esta dieta incluye mucha carne, huevos, quesos, pescados, frutos secos, aceites, semillas y vegetales con mucha fibra.
Al limitar los hidratos en cierta medida se obliga al cuerpo a tirar o a consumir de los que ya tiene almacenados. Los carbohidratos se almacenan en el hígado y en los músculos en forma de glucógeno, compuesto por dos moléculas de glucosa y una de agua. Para sacar esa glucosa, se rompen esos enlaces y se libera el agua, que se elimina por la orina en los tres primeros días de dieta sin hidratos de carbono.
Y es aquí dónde está la clave de la pérdida de peso y es que en los primeros días de cualquier dieta se eliminan entre 1 y 3 litros de agua, pero en realidad solo se ha perdido líquido y ni un gramo de grasa.
Consecuencias de la Dieta Atkins
En cuanto a los riesgos para la salud, al no ingerir carbohidratos, nuestro cuerpo se ve obligado a obtener la energía de la grasa en un proceso metabólico alternativo en el que se producen los denominados cuerpos cetónicos cuyo acumulo en el organismo es tóxico. Esto tiene diferentes efectos nocivos como:
– Cefaleas.
– Mareos.
– Fatiga.
– Vómitos.
– Mal aliento.
– Cálculos renales.
– Pérdida de masa ósea y muscular.
– Arritmias.
Además, a largo plazo, pueden aparecer problemas silenciosos como el déficit de nutrientes, ya que en esta dieta se limitan numerosos alimentos saludables que son ricos en hidratos de carbono, como algunas verduras, las legumbres, los cereales integrales o las frutas, a excepción de las bayas, arándanos o moras, por su alto contenido en fibra.
En cuanto a su efecto en las mujeres, un estudio realizado por la Universidad de California, Riverside, advierte que la Dieta Atkins no funciona tan bien en las mujeres, ya que su organismo metaboliza la grasa de manera diferente. Esta dieta es una alimentación basada en un 70 u 80% en la ingesta de proteínas y grasas, una cantidad que resulta «insostenible» para ellas.