Una de las ideas que van implícitas en el deseo de ponerse en forma es sin duda la de adelgazar. Aquella de perder peso es una preocupación que cada vez asalta a más gente, sabedora que la obesidad no solo lastra nuestra imagen, sino que además acarrea diversos problemas de salud.
No obstante, conviene no obsesionarse con este tema. Y menos aún con el peso. Porque, al contrario de lo que mucha gente piensa, no necesariamente significa lo mismo estar gordo que pesar mucho. Teniendo clara esta idea, tres son las sustancias que principalmente inciden en los cambios de peso, tanto por aumentos como por descensos, que sufre tu cuerpo. Déjame explicarte a continuación cuáles son y porqué.
💧 El Agua
Seguro que no te descubro nada nuevo, pero el agua supone casi tres cuartas partes del peso del cuerpo de una persona. Y basta con que pierdas un pequeño porcentaje de ella para que se aprecie en la báscula, aunque también es verdad que en cuanto bebas un poco de agua tu cuerpo vivirá todo lo contrario. Por eso no son buenas las disminuciones de de peso basadas en las pérdidas forzadas de agua, algo frecuente cuando se abusa de diuréticos que, mal utilizados, pueden repercutir de forma grave en nuestra salud.
💪 El Músculo
Como ya hemos mencionado anteriormente, el 40-50% de nuestro cuerpo está formado por estos tejidos contráctiles. Gracias a ellos nos movemos. Pero es que, además, son el principal agente consumidor de energía del organismo. Razón de más para que les dispensemos la atención que merece cada uno de nuestros músculos.
🍔 La Grasa
La mala fama compaña a la grasa. Y, como todo en esta vida, lo cierto es que de por sí no es tan mala como dicen. Al contrario, pues es un depósito de energía indispensable para el buen funcionamiento del cuerpo humano. Otra cosa es su exceso. Ahí si que te doy la razón y eso es precisamente lo que tenemos que combatir para poder esta en forma y lucir el cuerpo que tanto deseamos.