Quizá alguna vez te hayas preguntado: ¿por qué crecen los músculos? Para responder a ella hay que conocer la mecánica muscular y su tamaño. Las fibras musculares se contraen por impulsos eléctricos, por el sistema de todo nada, es decir, se contraen o no lo hacen, pues una fibra no puede contraerse de forma parcial.
Cuando se afronta una resistencia pequeña, sólo se contraen un número determinado de fibras musculares, que son siempre las mismas, y a medida de que aumenta el peso se van sumando fibras a esta contracción y siempre en el mismo orden. Precisamente por esto es tan importante el sistema nervioso en la fuerza: a mejor sistema nervioso mayor activación de fibras y, por tanto, mayor fuerza. Teniendo esto en cuenta hay que distinguir dos de entrenamiento muscular.
✔ Entrenamiento de Fuerza
Es el uso de la resistencia para incrementar la fuerza y el tamaño muscular, y la capacidad anaeróbica. Consiste en realizar series muy cortas, de cuatro o menos repeticiones, de levantamiento de pesas, por tanto con pesos muy elevados. Este tipo de entrenamiento está reservado a deportistas con cierta experiencia.
✔ Entrenamiento de Hipertrofia
Consiste en hacer series de entre 8 y 15 repeticiones de manera que todas y cada una de las fibras reclutadas estén activadas durante tiempo suficiente como para que lleguen a fatigarse con intensidad y, por tanto, crezcan por fenómeno de supercompensación. Es decir, que durante este entrenamiento los músculos sufren fracturas a nivel de las miofibrillas, pequeñas roturas del tejido que al recuperarse crecen un poco por encima de su tamaño previo al entrenamiento.
Factores como la intensidad del entrenamiento, la condición física o la composición del músculo influyen en el resultado. Lo que es importante es que, en caso del entrenamiento de hipertrofia, el músculo tenga tiempo de reponerse. Si no es así, estarás cayendo en el error del sobreentrenamiento. Por eso, los entrenadores siempre decimos a nuestros clientes que el entrenamiento es tan importante como el descanso.