Da igual que quieras subir el Everest, correr una maratón o simplemente tan sólo estar en forma. Para planificar y ejecutar con éxito cualquier entrenamiento debes seguir unos principios básicos. Es algo en lo que todos los entrenadores del mundo estamos de acuerdo. Son muchas las personas que entrenan sin tener estos principios en cuenta y eso se nota porque su evolución es nula. Por eso es tan importante hablar de ellos.
Tan importan o más que el qué se entrena es el cuándo hacerlo (periodización). Cuando sometes una cualidad física del cuerpo a un esfuerzo suficiente se provoca una situación de estrés que le obliga a esforzarse intensamente, tanto que, en las siguientes horas, dicha capacidad merma. Aquí es donde empieza el proceso conocido como supercompensación, por el cual el cuerpo comienza a recuperarse hasta el punto de mejorar las condiciones iniciales, en previsión de esta preparado por si se repite la situación de un estrés. Es importante entender este proceso, que es el que rige todas las cualidades físicas y por el cual el cuerpo mejora después del entrenamiento.
Principio de la Periodización
Este fenómeno explica también la necesidad de descansos tras los entrenamientos, y por él los entrenadores insisten en que es tan importante el entrenamiento como la fase de descanso, en la que el músculo está mejorando y creciendo o el sistema cardiovascular se está reponiendo y mejorando. Si no respetas estos tiempos, puedes volver a entrenar una cualidad justo en el momento en que está mermada y con ello sólo conseguirás rebajarla más. Es lo que se conoce como sobreentrenamiento, fenómeno que se produce con demasiado asiduidad.
Si por el contrario esperas demasiado, la cualidad trabajada tiende a recuperar su condición inicial. Por eso hay que ser preciso en el momento de repetir un trabajo. Los tiempos de recuperación varían en función de varios aspectos. Algunos son genéticos, otros alimentarios y los más importantes dependerán de tu nivel de forma y de la intensidad con que hayas trabajado. A mayor intensidad, mayor tiempo de descanso serán necesario. Pero para ser prácticos, un entrenamiento de fuerza requiere un descanso de entre 48 y 72 horas, y uno cardiovascular, uno menor, entre 24 y 48 horas, según si eres experto o principiante.