Para alcanzar su máximo potencial de velocidad, usted deberá poseer un rango adecuado de movilidad en los hombros, caderas y tobillos. La flexibilidad en éstas áreas se halla influenciada por la estructura articular.
Las articulaciones en forma tróclea (la cadera y el hombro) tienen los mayores rangos de movilidad (ROM); la muñeca es una de las articulaciones menos flexibles con un ROM de 80°, lo que esta por debajo de los 130° de la articulación de la rodilla.
El exceso de masa muscular (disminuye el ROM); la edad (disminuye la flexibilidad); el género (las mujeres son mas flexibles que los hombres); el tejido conectivo (limitadores de movimiento) tales como tendones, ligamentos, vainas fasciales y capsulas articulares; lesiones; y tejido cicatricial existente (disminuye el ROM) son factores añadidos que afectan al ROM.
El evaluar la flexibilidad es esencial para la preparación de los programas de mejora de velocidad individualizados basados sobre los puntos débiles. Los tests de flexibilidad también revelan los excesivos rangos de movilidad, o laxitud articular, que pueden predisponer a los deportistas a la lesión.
Una vez que se ha desarrollado un nivel óptimo de flexibilidad, los atletas deberían centrarse sobre otras áreas de entrenamiento en tanto que mantengan dichos niveles de elasticidad.
Debido a que la flexibilidad es especifica a cada articulación, un simple test no proporciona una información adecuada del rango de movilidad. Tampoco es práctico medir el ROM de cada articulación. Ademas, la flexibilidad de algunas de ellas no es critica para la velocidad de esprints.
Test sentado, flexión anterior del tronco
Este test mide la flexibilidad de la región lumbar y del grupo muscular de los flexores de la pierna (los grandes grupos de músculos localizados en la parte posterior del muslo). Un nivel óptimo de flexibilidad en ambas áreas es importante en la mejora de la velocidad de juego.
Procedimiento del Test de Flexibilidad
Tras calentar para elevar su temperatura muscular (indicada por la sudoración) quítese el calzado y siéntese en el suelo con su cadera, espalda y cabeza contra un pared con las piernas completamente extendidas y los pies en contacto con una caja de evaluación.
Coloca una mano sobre la otra de tal modo que los dedos medios estén en contacto. Inclínese hacia adelante lentamente tanto como sea posible; sin rebotar, deslice sus manos a lo largo de la escala de medida situada en la parte superior de la caja. Sus manos deberán alcanzar, al menos, una distancia ligeramente mayor que la de la punta de sus pies.
Complete cuatro pruebas y registre su puntuación en el centímetro más cercano. Si no se consigue una caja de registro de flexibilidad, puede construir una fijando una escala en lo alto de una caja cuadrada de 30 por 30 centímetros. La escala se extiende exactamente 9,22 centímetros por delante de la caja en donde se sitúa el pie.