El entrenamiento pliométrico se emplea para mejorar lo que los antiguos científicos rusos llamaron fuerza de velocidad, que es la aplicación de la máxima fuerza durante actividades de alta velocidad.
El progreso inesperado y éxito del corredor ruso Valeri Borzov, medalla de oro en 100 metros lisos (10,14) en los Juegos Olímpicos de 1972, se atribuye, al menos parcialmente, al uso de ejercicios pliométricos durante el periodo de seis años, anteriores a los juegos.
Borzov progresó en los 100 metros desde un tiempo de 13,0 segundos, a los 14 años, hasta los 10,0 segundos a los 20. Aunque puede que usted no muestre una mejora tan espectacular, los saltos con una o dos piernas, botes, rebotes, balanceos y giros que conforman los ejercicios pliométricos son una parte importante de su entrenamiento de mejora de la velocidad.
La pliometría se centra en dos aspectos clave de la fuerza de velocidad: la fuerza de salida y la fuerza explosiva. La primera es la capacidad de reclutar instantáneamente tantas fibras musculares como sea posible; la segunda es la capacidad de mantener la explosión inicial de una contracción muscular durante cierta distancia en contra de alguna resistencia.
Como señalaron Hatfield y Yessis en ‘Plyometryc Training’: Achieving Explosive Power in Sports (1986), «cuanto más ligero sea el elemento a mover y más corta la distancia, más importante será la fuerza de salida; cuanto más fuerte sea la resistencia y más larga la distancia, más importancia cobra la fuerza explosiva».
Objetivo del Entrenamiento Pliométrico
El objetivo principal del entrenamiento pliométrico es mejorar la capacidad de un deportista para generar la máxima fuerza en el mínimo tiempo. Este objetivo se cumple cargando o preparando los músculos para acumular energía antes de descargarla en dirección opuesta.
La fuerza de gravedad (como se utiliza en la acción descender de un cajón de entrenamiento) se utiliza para almacenar energía en los músculos, que es inmediatamente liberada en una reacción opuesta (rebotar o saltar hacia arriba o adelante tras aterrizar). En otras palabras, los ejercicios de pliometría conllevan poderosas contracciones musculares como respuesta a las cargas rápidas dinámicas (estiramiento) de los músculos involucrados.
A la acción de carga o estiramiento se le denomina a veces fase de flexión, y a la contracción refleja de los músculos fase de superación.
El objetivo es obtener un máximo de contracción excéntrica (el musculo desarrolla tensión mientras se alarga) para cargar el musculo, y cambiar esta contracción a la de tipo concéntrico (el musculo desarrolla tensión mientras se acorta), lo que produce el deseado movimiento explosivo.
La carga rápida de los músculos (fase de flexión) debe ocurrir justo antes de su contracción. Cuando usted salta al suelo desde una plataforma elevada, por ejemplo, sus piernas se doblan bajo la fuerza de gravedad (energía cinética), y aparece un salto reactivo.
El grado en el que se flexionen sus piernas depende de la fuerza de la gravedad y la energía almacenada, que sera utilizada para liberar la poderosa contracción para el salto. La fase de flexión almacena energía, que se libera durante la fase de superación mediante una poderosa contracción.