Muhammad Ali es uno de los mejores deportistas de todos los tiempos. Es el único boxeador que ganó en tres ocasiones el campeonato lineal (en 1964, 1974 y 1978) e indiscutido (en 1964, 1967 y 1974) de peso pesado; y el primero en conquistar cuatro veces un título mundial de peso pesado (el de la Asociación Mundial de Boxeo en 1964, 1967, 1974 y 1978).
Su gran desempeño dentro del ring le significó recibir la Medalla Presidencial de la Libertad; el ingreso al Salón Internacional de la Fama del Boxeo; el título de «Rey del Boxeo» por parte del Consejo Mundial de Boxeo; y el de «Deportista del Siglo XX» por Sports Illustrated y la BBC, entre otros reconocimientos individuales.
Sin embargo, todo el éxito que cosechó dentro del cuadrilátero contrasta con los problemas que tuvo fuera de él. Ali fue una figura social de enorme influencia en su generación, en la política y en las luchas sociales o humanitarias a favor de los afroamericanos y del islam. Su filosofía de vida le trajo muchos inconvenientes, entre ellos una condena de 5 años de prisión.
Su historia es la de un verdadero campeón, que aprovechó el éxito y la fama para luchar por un mundo mejor.
Cassius Marcellus Clay, Jr. nació en (Louisville, Kentucky, el 17 de enero de 1942). Su primer acercamiento con el boxeo se debió a un hecho circunstancial. Tenía 12 años de edad cuando un ladrón le arrebató su bicicleta, por lo que corrió a denunciar la fechoría a la policía. Con lágrimas en los ojos, el jovencito amenazaba con golpear al culpable, pero el comandante Joe Martin le recomendó aprender a boxear antes de enfrascarse en cualquier pelea. Clay aceptó el consejo y Joe se convirtió en su primer entrenador.
Su empeño le llevó a participar en una pelea televisada en el programa Tomorrow’s Champions, en el que ganó su combate ante Ronny O’Keefe por decisión dividida. Con el paso de los meses, Cassius alternó su entrenamiento con Martin y Fred Stoner, entrenador del Grace Community Center quien acabó por dirigir su carrera amateur. De Stoner aprendió los rudimentos del boxeo y especialmente a moverse con soltura en el ring.
Pese a su temprana edad acumuló varios títulos en poco tiempo. En 1956, con 14 años, ganó su primer título de importancia: el Golden Gloves Championship para novatos del estado de Kentucky en el peso semipesado, el cual ganaría otras 5 veces más. Su primera aparición en un periódico ocurrió el 27 de octubre de 1957 tras derrotar por nocaut técnico a Donnie Hall. En 1959 se adjudicó el campeonato interciudades de Chicago y Nueva York ante Tony Madigan en el peso semipesado, y se consagró como campeón nacional de la Unión Atlética Amateur, en la misma categoría.
Tan temprano éxito se debía, según Joe Martin, a que el joven boxeador tenía una inusual velocidad que anticipaba los movimientos de su rival; pero lo más relevante era el empeño que ponía en cada jornada de entrenamiento.
Para ese año ostentaba 36 victorias consecutivas, pero su racha acabó el 1 de mayo cuando cayó derrotado en tres asaltos ante el boxeador de guardia zurda, el marine Amos Johnson, por la clasificación a los Juegos Panamericanos.
La derrota afectó bastante a Cassius Clay, pero no le impidió que en 1960 refrendara el título de campeón en el peso semipesado ante Jeff Davis. Tampoco lo cohibió de ganar una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Roma.
Con 18 años y Chuck Bodak como entrenador, debutó ante el belga Yvon Beacus, a quien derrotó por nocaut técnico en el segundo asalto; luego superó al soviético Gennadiy Shatkov, ganador de la medalla de oro en los Olímpicos de Melbourne 1956, por decisión unánime. Igual resultado obtuvo en la semifinal ante el australiano Tony Madigan. Y en la final, se impuso ante el polaco Zbigniew Pietrzykowski. Con esta victoria olímpica, Clay cerró su sobresaliente etapa amateur.
«Durante mi etapa como amateur, los boxeadores más experimentados pensaban que era un blanco fácil, pero yo me concentraba en la defensa, y en la sincronía de mis movimientos», destacó el boxeador norteamericano sobre aquella época.
Su carrera profesional comenzó el 29 de octubre de 1960 en el Freedom Hall de Louisville ante Tunney Hunsaker, un policía que tenía unas 30 peleas en su haber; diez años mayor que él. Cassius ganó el combate por decisión unánime de los jueces tras seis asaltos. Después de su victorioso debut profesional, varios entrenadores de renombre tenían deseos de dirigirle, pero fue Angelo Dundee el que terminó siendo elegido en diciembre de ese año.
La etapa profesional de Muhammad Ali estuvo marcada por dos cosas en particular: su criticado, pero efectivo, estilo de boxeo alejado de la técnica tradicional y su polémica forma de expresarse ante los medios. Él aprovechó cada entrevista y cada rueda de prensa para anticipar cómo derrotaría a sus rivales. Una actitud bastante prepotente, que aprendió durante un encuentro con el luchador profesional Gorgeous George.
Por ejemplo, cuando tenía 20 años, se atrevió a pronosticar que vencería en el cuarto asalto al veterano Archie Moore, de 47 años, y efectivamente así ocurrió: ganó por nocaut técnico tras la tercera caída de Moore en la lona.
Esas predicciones, junto a jocosos poemas entonados antes de los combates, le adjudicaron el apodo de ‘Louisville Lip’ (‘El bocón de Louisville’). Los desplantes le granjeaban opiniones adversas de la prensa, pero las provocaciones le daban cierta ventaja psicológica sobre el oponente. Además, según su entrenador, Ali era un estudioso de sus contrincantes y no hacía las predicciones sin previo análisis.
Pasaban los años y cada vez era más reconocido en el mundo del pugilismo, aunque no era tomado en serio por su peculiar estilo de pelea que era calificado como ‘poco ortodoxo’. Contra los esquemas tradicionales y dejando de lado la postura de combate, el excampeón olímpico enfrentaba a sus rivales con los brazos extendidos y recurría a rápidos movimientos hacia atrás para esquivar los golpes de sus rivales; en contraste, tenía a su favor la agilidad en pies y manos, las cuales, aunque aparentaban ser frágiles, golpeaban fuerte. Se decía que esas características eran inusuales para un peso pesado y más relacionadas con las de un peso wélter.
Pese a ir en contra del estilo profesional, Muhammad sostuvo memorables combates contra los más renombrados boxeadores de su tiempo. Entre ellos, Henry Cooper, Sonny Liston, Floyd Patterson, George Chuvalo, Jerry Quarry, Joe Frazier, Joe Bugner, Ken Norton, George Foreman, Alfredo Evangelista, Leon Spinks, Larry Holmes y Trevor Berbick. Además, Seis de sus peleas han sido consideradas como las mejores del año por la revista The Ring.
La carrera del estadounidense se dividió en dos en 1964. El 26 de febrero decidió que cambiaría su nombre a ‘Cassius X’; y días después reveló que tomaría el nombre de ‘Muhammad Ali’, conferido por el líder de la Nación del Islam, Elijah Muhammad. Dicho nombre significaba ‘El amado de Dios’, el cual eligió, según sus palabras, porque ‘Clay’ era un apellido de esclavo que él no había escogido.
En 1967, debido a su negativa para incorporarse a las fuerzas armadas de su país en pleno desarrollo de la guerra de Vietnam, Muhammad Ali terminó con sus licencias para boxear canceladas y fue despojado de los títulos de la AMB y NYSAC en el mes de abril. No pudo pelear durante tres años y medio. Hasta ese momento tenía un récord de 29 victorias sin derrotas, 22 de ellas por nocaut.
Su invicto terminó el 8 de marzo de 1971, en el Madison Square Garden de Nueva York. Ali fue derrotado por Joe Frazier en un combate que había sido anunciado como ‘La pelea del siglo’. La pelea fue tan brutal que ambos terminaron en el hospital. «La próxima vez será distinto. Cuando alcanzas el éxito como yo lo hice, te embriagas con la fama. Crees que correr tres millas al día es suficiente. Eso es todo lo que entrené para esta pelea. No descansé lo suficiente, no entrené tan duro como solía hacerlo. La próxima vez correré más, y mis piernas estarán a punto. Será distinto», declaró el norteamericano tras abandonar el hospital.
En 1974, un Muhammad Ali de 32 años, venció a George Foreman en un combate que marcó dos hitos: se consagró como el segundo boxeador de la historia en proclamarse campeón lineal de peso pesado por segunda vez; y en el primero en ser tres veces campeón indiscutido de los pesos pesados. También, se considera que el evento fue uno de los precursores de la globalización de las telecomunicaciones, en materia de deporte.
La rivalidad entre Muhammad Ali y Joe Fraizer ha sido considerada entre las más significativas de la historia del deporte y del boxeo. Ali llegó a decir que sus combates habían sido lo más cercano a morir; además aseveró: «Joe Frazier sacó lo mejor de mí. Les digo, es un demonio de hombre, que Dios le bendiga. Es el mejor boxeador del mundo, después de mí». Por su parte, Frazier manifestó su incredulidad ante la resistencia de Muhammad, al atestiguar que sus propios golpes «habían sido tan fuertes que habrían derribado las murallas de una ciudad».
En 1976 también sucedió un particular capítulo en la carrera de Ali, al sostener su primer combate contra un oponente que no era un boxeador, sino un luchador profesional. El contrincante fue el estadounidense Buddy Wolfe a quien batió por decisión de los jueces.
La pelea contra Wolfe, sin embargo, había sido de preparación para enfrentar al célebre luchador profesional japonés Antonio Inoki (quien tenía entrenamiento en karate y catch wrestling). En esta lucha, que hoy en día es considerada uno de los primeros ejemplos de artes marciales mixtas, se disputaría el Campeonato Mundial de las Artes Marciales.
Lo que se suponía un espectáculo entretenido terminó siendo una decepción para los asistentes. A causa de las limitaciones del reglamento, el estadounidense solo lanzó 6 puñetazos a lo largo de los quince asaltos, mientras que el japonés acertó 64 patadas sobre sus piernas. Las lesiones en las piernas de Ali fueron tan graves que terminó ingresado en un hospital, y Ferdie Pacheco, médico del boxeador desde sus inicios, temió una posible amputación.
En 1977, Ali comenzó a dar indicios de su declive; aparte de que empezó a generar incertidumbre por su verdadero estado físico. «El boxeo es muy peligroso. El cerebro es muy delicado. He tenido fracturada mi mandíbula y la sensibilidad de un nervio había permanecido nula por dos años. Me dañaron un tímpano en Manila cuando entrenaba para la pelea contra Frazier, y me lo volvieron a dañar. A cualquiera le recomendaría que no practicase el boxeo si están recibiendo mucho castigo», expresó Muhammad.
Pese a esta reflexión, el 15 de septiembre de 1978, se convirtió en el primer boxeador de los pesos pesados en ostentar un título mundial en tres ocasiones. Ali, con 36 años cumplidos, aniquiló en cuatro asaltos a Leon Spinks y ganó por cuarta ocasión un cetro mundial de los pesos pesados.
Se sabe que Muhammad Ali realizaba usualmente un entrenamiento extremo. Por ejemplo, dejaba que el sparring le propinara fuertes golpes al cuerpo, para -según él- fortalecer su resistencia. De acuerdo con Ferdie Pacheco dicha preparación era «antinatural». Su médico le recomendó parar varias veces, pero no fue hasta 1979 que el norteamericano decidió aceptar su consejo.
El 26 de junio, mientras actuaba en la miniserie Freedom Road, Ali dio a conocer que había enviado una carta a la Asociación Mundial de Boxeo en la que renunciaba a su título mundial, y también anunció su retiro del boxeo: «Estoy exhausto, no tengo nada que probar; creo que es lo mejor, retirarme como campeón; como el más grande. Creo que esto significa mucho para los afroamericanos, y también para la historia».
En el mes de marzo de 1980, Ali cambió de opinión. Con 38 años y 120,6 kilogramos de peso, anunció su retorno al boxeo. Para presentarse al combate contra Larry Holmes, Ali debió someterse a unos exámenes físicos de rutina, pero los resultados fueron sorprendentes, puesto que no logró superar pruebas básicas como tocarse la punta de su nariz con su dedo. Pese a que se mostró desafiante, en el curso de contienda se develó su estado fuera de ritmo. En vista del patético espectáculo, el doctor Pacheco declaró que todos los involucrados deberían haber sido arrestados, ya que la pelea había sido «deplorable, un crimen».
Pese a la humillante derrota, Muhammad volvió al ring el 11 de diciembre de 1981. Él mismo desmintió que lo hiciera por problemas económicos o para revivir los viejos días de gloria, pues lo único que deseaba era un cuarto título mundial. Pero su intento falló y tuvo que terminar su exitosa carrera con una derrota ante Trevor Berbick. El día siguiente Ali anunció su retiro definitivo del boxeo, y expresó que deseaba convertirse en un predicador del islamismo.
El récord de Muhammad Ali como boxeador profesional terminó en 56 victorias, 37 de ellas por nocaut y 19 por decisión; mientras que acumuló 5 derrotas, 4 de ellas por decisión y una por abandono.
Durante su carrera fue reconocido por la revista The Ring como el campeón indiscutido de los pesos pesados entre los años 1964, 1967 y 1974-1978, y campeón lineal de los pesos pesados entre los años 1964-1967, 1974-1980.
Además de triunfar como deportista, Muhammad Ali se destacó como persona. Tras su retiro del boxeo, permaneció como una de las personalidades más reconocidas en el mundo. Para convertirse en una celebridad contribuyeron sus atrevidas opiniones sobre los temas más polémicos de su tiempo, como el racismo, la religión y la política. Además, la enfermedad de Parkinson parece haber reforzado su prestigio; aunque quizás no fue el más querido, sí fue respetado por la manera en que la afrontó.
Sin embargo, esta postura social y política provocó que en abril de 1967 un juez lo condenara a cinco años de prisión y diez mil dólares de multa, por negarse tres veces al reclutamiento militar. Aunque fue liberado bajo fianza, su pasaporte le fue confiscado y no se le permitió pelear ni salir del país por tres años y medio. Desde que se pronunció la sentencia, Ali se mantuvo dando conferencias en las escuelas y se estima que perdió unos cuatro millones de dólares por las peleas que no disputó.
Lo que nunca perdió fue su incesante labor humanitaria y benéfica en favor de todo tipo de causas. Por ejemplo, en 1985 y 1990 viajó al Líbano y a Iraq, respectivamente, para intervenir en la liberación de unos rehenes. En 1998 fue designado mensajero de la paz por parte de las Naciones Unidas, que le reconocieron como «un importante agente humanitario en el mundo en desarrollo». Organizaciones promovidas por él son el Muhammad Ali Center, que fomenta los valores cívicos, y el Muhammad Ali Parkinson Center, para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson.
La influencia de Ali en la cultura popular ha permanecido a través de los años. Como eminente figura pública posee una estrella en el paseo de la fama de Hollywood. Además, su vida personal y su carrera deportiva han sido inspiración para decenas de canciones, documentales y películas.
Sobre su vida personal podemos decir que, era hijo primogénito de Cassius Marcellus Clay, Sr. y Odessa Grad. Su hermano, Rudolph Valentino Clay, era dos años menor. En la familia, no eran raros los episodios de violencia doméstica, debido principalmente a la afición de su padre por el alcohol.
Según el mismo Ali, el personaje que más influyó en su carrera fue el primer campeón mundial afroamericano, Jack Johnson. Por otro lado, temía a los aviones, hasta el punto que para aceptar montarse en la aeronave debía tener con un paracaídas a su lado.
En 1964, Muhammad Ali contrajo matrimonio con Sonji Roi, pero se divorciaron en 1966 porque ella no aceptaba los preceptos del islam. En 1967, contrajo nupcias con Khalilah Boyd, de 17 años de edad; tuvieron a Maryum, las hermanas gemelas Jamilla y Rasheeda, y Cassius Marcellus Clay III. Se divorciaron en 1976. Ese mismo año se casó con Veronica Porsche. El matrimonio tuvo dos hijas, Hana y Laila, quien también practicó el boxeo. Se divorciaron en 1986. Ese mismo año contrajo su cuarto matrimonio con Yolanda Williams. Ambos adoptaron a un hijo, Assad. Otras dos hijas reconocidas de Ali son Miya y Khaliah.
Casi tres años después de haberse retirado del boxeo, en septiembre de 1984 el norteamericano fue diagnosticado con la enfermedad de Parkinson. Uno de sus médicos, el doctor Martin Ecker, declaró que pudo haberla adquirido durante su carrera como boxeador debido a los golpes recibidos en la cabeza. Sin embargo, existen opiniones que no admiten que el boxeo sea la causa de su padecimiento.
Muhammad Ali falleció el 3 de junio de 2016 por choque séptico provocado por causas naturales no especificadas, a la edad de 74 años, en un hospital en Phoenix, donde había sido ingresado por problemas respiratorios el día anterior.
Las exequias se llevaron a cabo el día 10 de junio, en las que el cortejo fúnebre atravesó la ciudad de Louisville hasta culminar en el cementerio de Cave Hill donde fueron cremados sus restos. Entre los portadores del féretro se encontraban Lennox Lewis, Mike Tyson y Will Smith, entre otras celebridades.