En la preparación de los deportistas tiene un papel de especial importancia la preparación teórica. Ésta constituye un aspecto fundamental de la realización práctica del principio de lo consciente. El camino de la más alta perfección deportiva pasa por la adquisición de conocimientos.

Es por ello necesario que, desde los primeros pasos en el deporte, los conocimientos de los deportistas se adelanten a su práctica y constituyan el fundamento del perfeccionamiento.

La adquisición de conocimientos en la especialidad deportiva que se realice y su utilización en la práctica son medios apropiados para acelerar el crecimiento deportivo. De ahí la importancia del desarrollo físico de los jóvenes deportistas, el crecimiento de la maestría técnica y de la preparación psicológica vayan paralelos al dominio de nuevos conocimientos. Sólo en este caso la preparación teórica de los deportistas contribuirá a su desarrollo deportivo.

Pero aún en la actualidad no se valora correctamente la necesidad de que el deportista disponga de profundos conocimientos. Esto se expresa en una opinión que frecuentemente escuchamos: «El deportista no necesita conocimiento, pues, el entrenador piensa por él».

Claro está que el entrenador debe ser un hombre conocedor y experimentado. Su aporte a la preparación del deportista es muy grande. Por ello, la elevación permanente de su calificación se mantiene como una exigencia de primera importancia.

También es natural que la amplitud de los conocimientos y la diversidad de la experiencia pedagógica del entrenador tengan que superar las de los deportistas. Pero, ello no significa que pueda eliminarse la seria preparación teórica de los atletas.

PRINCIPIONS DE LA PREPARACIÓN TEÓRICA

Este programa debe ser lo suficientemente amplio y profundo. Debe reflejar los conceptos generales de la educación física. En el proceso de una preparación especial deben darse los fundamentos científicos y el análisis de la técnica y la táctica en el deporte seleccionado.

El deportista debe conocer las tareas que se le plantean; saber orientarse en los medios y métodos de educación de la fuerza, la rapidez, la flexibilidad y la agilidad, en las formas de las tareas de entrenamiento y su planificación, en la periodización del entrenamiento anual y su contenido; debe, además, entender el papel de las competencias deportivas y sus variantes.

En última instancia, la dirección del proceso del entrenamiento deportivo en el ámbito del grado de una maestría superior, debe realizarse por el propio deportista. Y esto exige la comprensión de los procesos que tienen lugar en el organismo bajo la influencia del entrenamiento, del estudio de los fundamentos de la Anatomía, la Fisiología, la Psicología, la Higiene y la Biología.

En la preparación teórica del deportista se utilizan lecciones y seminarios especialmente preparados donde se tratan diferentes cuestiones de la técnica y la táctica; se estudia la literatura especial sobre la teoría y la metodología deportivas: se tienen encuentros con otros deportistas y se analiza el contenido de su entrenamiento, de la técnica durante las competencias.

En esta preparación, el papel decisivo pertenece al entrenador. En las primeras sesiones de entrenamientos, durante las explicaciones de los ejercicios, en las pausas entre ellos, el entrenador «forma» al atleta, lo prepara para el estudio del deporte escogido, de su técnica y su táctica.

Finalmente, lo más importante es el deseo de los mismos deportistas, de adquirir conocimientos profundos. En relación con esto, tiene gran importancia despertar en los deportistas el interés por todas las cuestiones de la preparación teórica.