Hacer ejercicio, comer saludable y dormir bien son tres factores fundamentales para no engordar en cuarentena. Llevamos varios meses confinados por la pandemia del coronavirus, por lo que problemas como el sedentarismo, la obesidad y el insomnio pueden comenzar a aparecer en nuestros hogares.

Pese a que los gobiernos nacionales han ido cediendo en las medidas de aislamiento, aún no sabemos cuándo volveremos a la ‘normalidad’. La vacuna contra el COVID-19 parece estar cerca, pero las autoridades han advertido que seguiremos así un par de meses más.

Es normal que a estas alturas del confinamiento te cueste dormir bien en la noche y recuperar la energía que gastaste durante el día. Y es que precisamente ahí está el problema: en la energía que gastamos. El hecho de estar tanto tiempo en casa hace que nos movamos menos y por ende tengamos más energía en el momento de ir a la cama.

Si tú o alguien de tu familia también estás teniendo dificultades para descansar, ten en cuenta los siguientes consejos:

LEVANTARTE A LA MISMA HORA TODOS LOS DÍAS

«Hacer esto te ayuda a sentirte listo para dormir a la misma hora cada noche», dice Adam Bramoweth, experto en sueño, en ‘VA Pittsburgh Healthcare System’. La coherencia es la clave. ¿No puedes levantarte de la cama? Define tus horarios de sueño con ayuda de Apps reguladoras de horario.

CONTROLA TUS DATOS PARA DORMIR BIEN

Un estudio encontró que los nuevos dispositivos de Fitbit son tan precisos como las pruebas de sueño de laboratorio en el seguimiento de la frecuencia cardíaca y el movimiento mientras duermes. Combina estos datos con tus observaciones (temperatura ambiente, nivel de ruido, cónyuge gaseoso) para encontrar tu fórmula ideal para dormir bien.

ESTABLECER ALGUNOS OBJETIVOS DE VIDA SIGNIFICATIVOS

Un estudio publicado en ‘Sleep Science and Practice’ relacionó el propósito de la vida con una mayor calidad del sueño en adultos mayores. En otras palabras, si te sientes a la deriva, quizá sea por eso que no puedes cambiar tu situación. Establece algunas metas específicas. Pégalas a una pared del dormitorio y verás cómo tu sueño se vuelve más reparador.

JUZGAR LA CALIDAD DEL SUEÑO BASÁNDOTE EN SU DURACIÓN

El hecho de que no duermas ocho horas no necesariamente significa que tuviste un pésimo descanso nocturno. Sé objetivo: ¿cómo te sentiste cuando despertaste por la mañana? ¿Tenías sueño durante el día, o recargaste energía suficiente? Si andabas alerta, probablemente tuviste mejor calidad de sueño de la que crees.

PERMANECER HORAS EXTRAS EN LA CAMA

Si sueles dormir, digamos, seis horas, trata de pasar sólo esa cantidad de tiempo en la cama. Permanecer ocho horas ahí únicamente porque es lo que todo el mundo dice que debes hacer alimenta la frustración y le enseña a tu cerebro que pasar tiempo despierto en la cama está bien. Reserva tu dormitorio para dormir.

TOMAR PÍLDORAS PARA DORMIR COMO SI FUERAN CARAMELOS

Los medicamentos pueden ayudar al insomnio crónico e interrumpir la retención de la memoria, lo que sugiere que afectan la calidad del sueño. Los suplementos pueden funcionar sin esos efectos. Intenta con melatonina, teanina (un componente del té verde) y GABA, un neurotransmisor regulador del estado de ánimo.