La justificación de un periodo de enfriamiento tras cualquier entrenamiento vigoroso es bastante simple.
La sangre vuelve al corazón a través de un sistema de venas; ésta es impulsada por contracciones del corazón, y por el efecto de aspiración de las venas que está auxiliado por las contracciones musculares durante el ejercicio. Las venas se contraen o comprimen e impulsan la sangre en contra de la fuerza de gravedad, mientras unas válvulas evitan que vuelta hacia atrás.
Si usted cesa de hacer ejercicio de golpe, este mecanismo también se detendrá, y el retorno de la sangre al corazón disminuirá rápidamente, pudiendo producirse estancamientos sanguíneos (sangre que permanece en el mismo sitio) en las piernas, lo que produce respiraciones profundas, que a su vez puede disminuir los niveles de dióxido de carbono y causar calambres musculares.
En este punto, la presión sanguínea cae de golpe y causa problemas. El cuerpo compensa esta caída inesperada de la presión secretando hasta 100 veces la cantidad normal de una hormona llamada norepinefrina. Este alto nivel de norepinefrina puede causar problemas cardíacos en algunos individuos durante la fase de recuperación de ejercicios intensos, como el maratón o el triatlón.
La vuelta a la calma debe de ser progresiva de más a menos en intensidad y específica según el ejercicio realizado. Evitará lesiones, síncopes y facilitará la recuperación post esfuerzo. A continuación te comparto algunos ejemplos de vuelta a la calma para trabajos aeróbicos y musculares.
Si tu actividad física favorita es correr, lo ideal es disminuir la velocidad de carrera progresivamente hasta que se acaba por andar. De este modo, la circulación sanguínea se va adaptando al estado de reposo. Después de acabar caminado un par de minutos no olvides estirar los músculos principalmente implicados en la carrera (cuadríceps, isquiotibiales y gemelos).
Tras una sesión de gimnasio con ejercicios de fuerza no vendrá nada mal acabar con un ejercicio aeróbico que implique las zonas trabajadas, así la sangre retirará metabolitos y limpiaremos el músculo. Aquí también se debe de acabar con estiramientos de los músculos trabajados.
Si después del gym vas a la ducha prueba alternar 3 minutos de ducha caliente con 1 de agua fría; esto dilata y contrae los vasos sanguíneos ayudando a limpiar el músculo.