El test de curva de fatiga de Carlson consiste en realizar 10 series de carrera a la máxima velocidad en el lugar con activo braceo durante 10 segundos, descansando 10 segundos entre las mismas.
Se cuentan los pasos dados en cada serie (contar los pasos de un pie y multiplicar por dos) y se registra el pulso en los primeros 10 segundos de recuperación de los minutos 1, 3, 5 y 7. Se suma la cantidad de pasos de las 10 series y las pulsaciones de los 4 minutos, transformados previamente a pulsaciones por minuto.
Aplicando este test de curva de fatiga de Carlson a personas con preparación media y atletas (corredores), se puede hablar de mejoría en la adaptación funcional al ejercicio cardiovascular y en el nivel de entrenamiento se observa un aumento de la sumatoria de pasos y disminución de la sumatoria de pulsaciones cardíacas.
Este índice fue ideado por el autor V.P. Kuchelevskii y en base a la siguiente fórmula:
ICR = PDc – PDr / FCc – FCr
en el cual:
ICR es el índice de calidad de la reacción cardiovascular.
PDc es la presión arterial diferencial de la carga en mmHg.
PDr es la presión arterial diferencial del reposo en mmHg.
FCc es la frecuencia cardíaca de la carga en pulsaciones por minuto.
FCr es la frecuencia cardíaca del reposo en pulsaciones por minuto.
Se considera normal cuando índice oscila entre 0,5 y 1,0. Menor que 0,5 refleja poca adaptación cardiovascular al esfuerzo, debido a que el volumen minuto o gasto cardíaco depende más de la frecuencia de las contracciones cardíacas que de la fuerza de dichas contracciones (volumen sistólico).
Los sujetos poco entrenados incrementan más el pulso. Los valores superiores a 1,0 reflejan mayor influencia del volumen sistólico sobre el gasto cardíaco, lo cual es propio del organismo más entrenado.