Los tests funcionales son un conjunto de pruebas que forman parte del entrenamiento deportivo y que pueden clasificarse de acuerdo con el aspecto que evalúan, las condiciones en que se realizan y el sujeto en quien se aplican.
Entre ellos se encuentra el famoso Test Funcional de Qwerg, que se encuentra dentro de la categoría de los tests cardiovasculares. Es un test ampliamente conocido que, teniendo en cuenta la intensidad de las cargas, es aplicable a personas con preparación física media y alta.
Se mide el pulso de reposo y se realizan los siguientes ejercicios de forma continua:
– 30 Sentadillas profundas en 30 segundos.
– Carrera en el lugar a máxima velocidad en 30 segundos.
– Carrera en el lugar a un ritmo de 150 pasos por minuto en 3 minutos.
– Saltar cuerda durante 1 minuto.
Se registra el tiempo que evaluado soporta el ejercicio sin pausa y se miden las pulsaciones cardíacas en los primeros 30 segundos de los minutos de recuperación 1, 3 y 5.
Se aplica un índice que multiplica el tiempo de mantensión del ejercicio (seg) por 100 y el resultado se divide por la sumatoria de pulsaciones de los tres minutos de recuperación, transformados previamente a pulsaciones por minuto.
Los valores de dicho índice del Test Funcional de Qwerg menores a 93 reflejan una débil capacidad funcional cardiovascular; entre 93 y 98 regular; entre 99 y 104 buena y por encima de 104 muy buena.
Valor las posibilidades funcionales cardiorrespiratorias de una forma rápida y puede ser aplicado a personas con diferentes niveles de entrenamiento físico.
Divide la capacidad vital pulmonar (mililitros) por 100, multiplica el resultado obtenido por el tiempo máxima de apnea inspiratoria (segundos) y divide éste segundo resultado por el valor de la frecuencia cardíaca de reposo (pulsaciones por minuto).
Valores menores a 5 clasifican muy mal las posibilidades cardiorrespiratorias; entre 5 y 10 mal; de 10 y 30 promedio; entre 30 y 60 buenas y por encima de 60 muy buenas.