En el Test Progresivo con Escalones se utiliza una frecuencia fija de 30 subidas por minuto al banco (ajustar el metrónomo ajustado a 120 sonidos por minuto).
Se comienza la primera carga de 2 minutos de duración con un escalón de una altura de 10 cm y en la siguiente carga se irá aumentando dicha altura ésta entre 2 y 4 cm. Ver la tabla 1.
Es posible utilizar también la variante de mantener fija la altura de los escalones (45-50 cm en los hombres y 33-40 en las mujeres) y aumentar progresivamente las frecuencias de subidas en 10, 15, 20, 25 y 30 subidas por minuto. Las cargas duran 2 minutos y al finalizar las mismas se registra el pulso en los primeros 10 segundos de recuperación.
Estos protocolos progresivos requieren un monitoreo constante o como mínimo un control en cada carga del pulso y de la presión arterial (éstos índices reflejan insuficiencia coronaria). También se registra el consumo de oxígeno o cualquier síntoma que manifieste el examinado.
Constituyen criterios de terminación del test los siguientes: 1) el pulso llega a valores del orden de 220 menos la edad en años del evaluado, 2) se produce cansancio y descoordinación del movimiento, 3) aparición de cualquier malestar que requiere una inmediata interrupción del ejercicio.
El consumo máximo de oxígeno y de la frecuencia cardíaca máxima son índices importantes para dosificar la carga del entrenamiento y se pueden determinar en el escalón o nivel final de este tipo de examen. A su vez, conociendo el máximo consumo de oxígeno podemos clasificar el nivel rendimiento aerobio y la resistencia cardiorrespiratoria.
Este índice se produce cuando el esfuerzo físico hace coincidir los valores máximos del gasto cardíaco y de la diferencia arterio venosa para el oxígeno. La tabla 2 permite clasificar ésta importante capacidad física.
Este tipo de examen se emplea también para determinar la llamada zona de tránsito aerobia-anaerobia o zona mixta, ubicada entre el límite aerobio y el umbral del metabolismo anaerobio al registrar el CO2 espirado o la concentración de ácido láctico sanguíneo.