La mayor preocupación para los deportistas de hoy en día es cómo mejorar la velocidad de juego y la rapidez en sus movimientos. Dos cosas similares, pero muy distintas.
La mejora de su velocidad de juego depende de una aproximación completa al acondicionamiento que incluye entrenamiento de la fuerza, ejercicios pliométricos y la técnica. Sin la velocidad y la rapidez adecuadas, es casi imposible alcanzar el estrellato en la mayoría de los deportes.
La velocidad es la medida de lo rápido que un atleta puede esprintar en distancias cortas. Sin embargo, una velocidad alta no garantiza el éxito deportivo por si misma. Los entrenadores y los atletas tienen muy claro que un individuo puede ser capaz de esprintar a mas de 40 kilómetros por hora y aun así faltarle la potencia explosiva necesaria para acelerar de inmediato, cambiar súbitamente de dirección o poner de repente todo el cuerpo, o una parte de él, en movimiento.
La rapidez se refiere a la capacidad de un deportista para realizar movimiento específicos en el menor tiempo posible. También esta relacionado con la capacidad del sistema nervioso para procesar y producir contracciones y relajaciones rápidas de las fibras musculares.
Los movimientos rapidos y explosivos de todo el cuerpo ocurren en las fases de salida y aceleración al esprintar, o el ajuste de una parte del cuerpo para comenzar un nuevo movimiento, o cambiar rápidamente de dirección, demuestran la calidad de un deportista.
Pocos deportistas son tan rapidos como el jugador de los Dallas Cowboys, Emmit Smith, al alcanzar la linea de melé, acelerar en el campo, y reaccionar a los movimientos de los defensas con rapidos y explosivos camios de dirección. Aunque Smith es muy rápido, no posee la velocidad general de otros muchos jugadores de la NFL.
Durante sus anos de universidad, Herschel Walker de los Dallas Cowboys fue un esprintador de clase mundial. Aunque Walker es más rápido que Emmit, le falta rapidez para reaccionar ante los defensas, cambiar la dirección de todo el cuerpo o de parte de él, y acelerar.
El jugador de los Detroit Lions, Barry Sanders, y el antiguo ídolo de los Dallas Cowboys, Tony Dorsett, son los dos rápidos y veloces, una combinación que asegura que estos deportistas tengan su lugar en la historia como dos de los mejores futbolistas americanos de todos los tiempos.