Se terminaron las vacaciones navideñas y es momento de pensar en la dieta para empezar el nuevo año. A algunos se les acaban desde principios de enero y otros nos tomamos unos días de más para recargar energías y volver renovados.
En lo que si estamos todos iguales es en la intención de comer saludable y retomar nuestro entrenamiento. Estoy seguro que tú también tienes afán de poder perder esos ‘kilitos’ que ganaste en diciembre a punta de natilla y buñuelo.
Como muy seguramente aprovechaste estas semanas de descanso para comer de todo y no limitarte a la hora de darle gusto a tu estomago, ha llegado el momento de volver a sintonizar la emisora fitness y retomar esos hábitos alimenticios que tanto bien le hacen a tu vida.
Para ayudarte con ello, en esta oportunidad quiero compartir contigo las sugerencias de Rubén Bravo, experto en nutrición y gastronomía del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), quien amablemente nos regala un listado de alimentos que deben estar incluidos en nuestra dieta de año nuevo.
Aunque las legumbres y los frutos secos a menudo se excluyen de las dietas para perder y controlar el peso, si se consumen de forma moderada tienen muchos beneficios para la salud. Debemos consumir las variedades de frutos secos que se venden crudos. El consumo de legumbres debe ser de tres veces a la semana.
Las frutas y verduras son el componente fundamental de cada comida. Por su aporte de agua, de fibra, de vitaminas y minerales así como de fito-nutrientes específicos constituyen la base de alimentación del ser humano. Son ideales e indispensables en todo tipo de dieta.
Bravo indica que en este grupo de alimentos se incluyen principalmente los cereales. Además, recomienda optar por la opción integral, ya que aporta más fibra, vitaminas y minerales que los refinados. Dentro de este grupo se incluyen el pan, la pasta, el arroz, las masas, etc.
El experto especifica que se puede obtener a través de pescado azul, de nueces o de lino. «El omega 3 es un nutriente esencial para nuestro bienestar a muchos niveles (neurológico, cardiovascular, ocular, etc.)», añade Rubén.
Respecto a las proteínas, el portavoz de IMEO opta por aquellas que sean principalmente magras, es decir, bajas en grasas. Aquí encontramos la mayoría de los pescados y carnes como el pollo o el pavo. «También debemos incluir una cantidad de lácteos. Y si alguien es intolerante a la lactosa debe escoger la opción sin lactosa para su dieta», especifica.
Para mucha gente el agua ya no es su bebida de elección y se han acostumbrado a las bebidas con sabor. El experto recomienda que la gran mayoría o la totalidad de los líquidos que se beben durante el día deben ser agua. «La copita de vino para cenar o el zumito en el desayuno tienen que ser decisiones esporádicas», señala.