Estudios

Domina tu Mente y activa muchas más Fibras Musculares

Con el pasar de los años y a través de numerosos estudios científicos se ha podido demostrar que para obtener mejores y más rápidos resultados durante un trabajo de fuerza es necesario conocer las diferentes características de los Músculos, el gran protagonista en este tipo de entrenamiento. Ya no es suficiente con que los entrenadores conozcan sus movimientos, sus funciones o sus disposiciones a la hora de realizar un ejercicio, sino que también resulta fundamental que los deportistas o practicantes de este estilo Fitness estén al tanto de dicha información.

Corroborando con ello, un reciente estudio realizado en Dinamarca confirma que entre más te concentras en el músculo que trabajas, más fibras musculares activas. «La mente tiene una mayor influencia en nuestro cuerpo de lo que pensamos», dice el investigador Lars Anderson. En otras palabras, cuando somos conscientes de lo que pasa en nuestro cuerpo cada vez que realizamos un ejercicio y nos concentramos solamente en esa acción, obtenemos mejores y más rápidos resultados.

La explicación científica es una sola y tiene que ver con que si tu mente está ocupada pensando en los problemas familiares, las cuentas pendientes, o en la larga fila para el press de banca, anteriores investigaciones han encontrado que tu cerebro no tiene todos los recursos que necesita para mandar mensajes a tus músculos. Eso significa que puede que estés haciendo repeticiones, pero sin lograr mucho de tu entrenamiento como en realidad lo podrías hacer.

Teniendo en cuenta esta teoría, la idea es que la próxima vez que estés en el gimnasio pienses que el músculo trabaja tan fuerte como lo mueves. Concéntrate en la contracción de esa parte de tu cuerpo mientras subes y bajas el peso, y qué tan fuerte te sientes mientras lo haces. Este método funciona especialmente bien con los ejercicios que aíslan el músculo y que se concentran en un solo grupo muscular, como curls, elevaciones laterales, y elevaciones de pantorrilla. Por último, recuerda que «la fe mueve montañas y la mente mueve al mundo».

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