El macrociclo de entrenamiento en la categoría de 11-12 años presenta características especiales, sobre todo, para los niños que transitan desde los 9-10 años, por tal razón, la estructura y contenidos de la planificación estarán en correspondencia con las características y regularidades del curos escolar y el calendario de competencia.
La planificación del macrociclo tendrá una simple periodización, distribuida en un amplio periodo preparatorio (de 5 a 8 mesociclos) y un reducido periodo competitivo de (2 a 4 mesociclos aproximadamente). El plan se estructurará en dependencia de la competencia fundamental.
Dado lo improcedente de realizar un test de fuerza con la palanqueta, se excluye de la planificación la intensidad de la carta física (IMR y PM). Se procederá en el macrociclo a la planificación y distribución a las magnitudes de los volúmenes en tiempo, para la preparación física general y en repeticiones, para la enseñanza de la técnica de los ejercicios especiales-auxiliares y clásicos.
Los mesociclos preparatorios o competitivos podrán estar microestructurados convenientemente por 5, 4, 3, o 2 microciclos.
A diferencia de otras categorías deportivas superiores, en la de 11-12 años, por lo general, se destina en los mesociclos competitivos un mayor volumen (repeticiones) que en los preparatorios. Esta aparente contradicción se fundamenta en el proceso de formación del hábito motor: al comienzo del macrociclo se inicia con la enseñanza de la técnica, donde es preciso realizar pocas repeticiones por tandas, ejercicios y sesiones de entrenamiento.
Recordemos que en la primera etapa de formación del hábito motor ocurre una gran irradiación de la excitación, contracciones innecesarias, pobre coordinación y un gran gasto energético. Ya en la tercera etapa de formación del hábito el educando estará en condiciones de estabilizar o fijar la técnica donde precisamente, las repeticiones son las que garantizan la formación del estereotipo de la acción motora que se aprende.
Es necesario señalar que si los educandos iniciaron la enseñanza de la técnica a los 9, 10 u 11 años, no tendrá necesariamente que planificarse un volumen mayor de repeticiones en los mesociclos competitivos.
Para la planificación y distribución del volumen de la preparación física general (PFG) debe existir una lógica relación entre los volúmenes de las distintas actividades de la PFG y entre éstos y el volumen (repeticiones) dedicado a la enseñanza.
El control del proceso de entrenamiento se dirige a evaluar la efectividad de la planificación, organización y realización del macrociclo, determinando el grado de eficiencia de los métodos y medios empleados. Los resultados de los controles parciales posibilitan ajustar la planificación inicial y adecuar el proceso a los resultados que se van adquiriendo.
En estas edades cuando se tienen resultados lineales en los controles (mantención de las mismas puntuaciones en cada prueba) se debe priorizar la fuerza en los diferentes planos musculares utilizando los medios de la gimnasia, atletismo y los juegos.
Cuando en los controles la puntuación esté entre 1 y 2 puntos en una o varias pruebas se le debe priorizar el trabajo con los métodos y medios más idóneos dirigidos a solucionar las deficiencias presentadas. Los controles dentro del Plan Anual deben ubicarse al menos, al inicio, mediado y al final del macrociclo.