El mundo del atletismo está de fiesta. Después de varios años ha vuelto a aparecer un atleta que promete grabar su nombre entre los mejores de la historia. Se trata de Erriyon Knighton, un joven estadounidense que ya ha superado algunos récords del legendario Usain Bolt.
Precisamente, desde que el jamaicano se retiró en 2017 no ha habido ningún deportista que amenazara sus históricos registros. Bolt culminó su carrera profesional tras el Mundial de Londres 2017 y hasta ahora nadie había sido capaz de quitarle un récord. Hasta que apareció Erriyon, quien acaba de imponer una nueva marca mundial en los 200 metros sub-18.
El norteamericano, de 17 años, registró 20.11 segundos, mejorando en dos centésimas la plusmarca que el jamaicano había logrado en 2003. Pero el velocista ya había deslumbrado en agosto del pasado año cuando batió el récord nacional de los 200 metros en su categoría con 20.33 segundos, superando el anterior registro de 20.62, establecido por Tyrese Cooper en 2016.
Es tal la proyección de este estudiante de Hillsborough High School, en Tampa, que a principios de año se convirtió en profesional, con sólo 16 años, después de firmar con Adidas. También llegó a un acuerdo con Stellar Athletics, que representa, entre otros, al campeón mundial de 110 metros vallas, Grant Holloway.
PROYECCIÓN DE ERRIYON KNIGHTON
El velocista estadounidense no sólo ha destacado en el atletismo. También fue jugador de fútbol americano, deporte del que recibió varias opciones para becas en la Universidad, pero tras su récord del pasado agosto en los 200 metros admitió que se centraría en las pistas.
«Aunque amo el fútbol, después de lo que acabo de correr, tengo que ceder el 110 por ciento a la pista. Creo que eso es lo mejor para mí y para lo que me depara el futuro», explicó Knighton sobre sus habilidades deportivas.
Con sólo 17 años, Erriyon Knighton se ha convertido en una de las promesas de la velocidad estadounidense y ya muchos le comparan con el gran Usain Bolt. Pese a todo, hay que recordar que muchos de estos jóvenes que despuntan a edades tempranas posteriormente no cuentan con un rendimiento acorde a sus marcas de adolescencia. Será cuestión de tiempo comprobar su si progresión se vuelve imparable.