La postura es la composición de las posiciones de todas las articulaciones del cuerpo en todo momento dado. Si una posición es habitual, existirá una correlación entre la alineación y las pruebas musculares halladas. Si se da una razonable valoración a las posiciones de las articulaciones, entonces también se hará una valoración relativa a qué músculos están en posiciones elongadas y cuáles en posiciones retraídas.
En posturas viciosas, estos músculos en posición ligeramente retraída tienen a ser más fuertes, y los que están en posiciones elongadas tienden a ser más débiles que los músculos que trabajan en oposición a ellos.
Las acciones musculares pueden ser demostradas por las pruebas musculares de movimiento, por estimulación muscular eléctrica y por el descubrimiento de la presencia de actividad eléctrica generada entre los músculos durante el movimiento en que los músculos se contraen.
Sin embargo, la evidencia más dramática de la función muscular surge de la observación de los efectos de la pérdida de la capacidad de contracción, tal como aparece en los músculos paralizados, o del efecto de la excesiva retracción ocurrida en la contractura muscular.
Tanto la parálisis como la contractura conducen a una pérdida del movimiento, pérdida de la estabilidad y a deformidades. Entre estos extremos existen varios grados de debilidad y retracción muscular que afectan a la alineación de los segmentos corporales y a la postura del cuerpo completo.
La debilidad de un músculo permite la separación de las partes a las que que el músculo está unido debido a que la fuerza para mantener una buena alineación está disminuida. La retracción muscular mantiene las partes a las que que está unido más cerca e impide el retorno de las partes a una posición de alineación correcta.
La debilidad muscular o la retracción pueden producir una mala alineación y la mala alineación puede llevar a una debilidad tensa o a una retracción adaptable de los músculos. La apariencia del defecto es la misma en ambos casos, haciendo imposible distinguir causa y efecto cuando han conducido al establecimiento de una postura defectuosa.
En cambio, la debilidad tensa puede ser definida como el efecto en los músculos de la permanencia de una condición de estiramiento, aunque ligera, a través de la posición neutra (posición anatómica). El concepto está relacionado con la duración de la alineación defectuosa más que con su severidad. No se refiere al sobreestiramiento que implica más allá de la amplitud permitida por la longitud del músculo.
En bipedestación, la alineación ideal es la de la posición neutra. La desviación persistente de la postura desde esta alineación puede producir una debilidad tensa. Dicha debilidad frecuentemente se halla en los músculos trapecio medio e inferior en personas con cifosis y que llevan los hombres hacia adelante, en los músculos abductores de la cadera del lado en que la cadera está alta o prominente.
En los problemas musculares con postura defectuosa habitual, la debilidad y la tensión están tan íntimamente relacionados que, intercambiadas, representan la causa y el efecto. Por otro lado, la retracción muscular está invariablemente asociada a la fuerza muscular.
La relación de la fuerza muscular con la retracción y la debilidad muscular con la tensión se hace más evidente al clasificar estos hallazgos en patrones establecidos. La desviación postural puede aparecer como ligera, los cambios correspondientes en las posiciones posturales de las articulaciones pueden parecer menores, pero los músculos presentarán diferencias significativas en relación a la posición de la postura habitual.
Cuando se realiza la prueba de la fuerza, el músculo puede estar sólo ligeramente débil. Sin embargo, el problema de la alineación asociado a la debilidad proporciona frecuentemente una mayor evidencia substancial de la importancia funcional que la prueba muscular.
La debilidad o retracción de los músculos del cuello, de los de la parte superior de la espalda y del cinturón escapular, de los de la columna lumbar y abdominales, y de todos los de la extremidad inferior, pueden afectar directamente la alineación postural de los segmentos corporales y del cuerpo en su totalidad.
Por ejemplo, la debilidad de los músculos abdominales puede producir una inclinación hacia delante de la pelvis y una posición lordótica de la columna lumbar. Un músculo psoas ilíaco (flexor de la cadera) corto mantendrá la columna lumbar en posición de inclinación anterior en bipedestación.