Para lograr los objetivos propuestos el deportista se ve obligado a resolver toda una serie de grandes y pequeñas tareas. Las más importantes en el entrenamiento deportivo son:
Lograr un elevado nivel de salud y un desarrollo físico multilateral; disponer y dominar la técnica y la táctica deportivas; educarse en las más elevadas cualidades morales y volitivas; educar las cualidades físicas que se requieren para el deporte practicado; y adquirir los hábitos prácticos y los conocimientos sobre la teoría y la metodología del deporte.
La solución de estas tareas resulta obligatoria para todos los deportistas, sean novatos o estrellas, durante la preparación para las competencias corrientes y para los Juegos Olímpicos.
Es natural que las tareas, cuando son expresadas en su forma más general, ofrecen sólo las orientaciones del proceso de preparación de los deportistas. Es importante fijar tareas lo suficientemente concretas a cada deportista y a cada equipo.
Hace falta que el entrenador y los deportistas conozcan con exactitud qué es lo que deben alcanzar. Por ejemplo, en el desarrollo de la fuerza muscular, de la rapidez de movimientos y resistencia, en la técnica deportiva, etcétera. La concretización de las tareas generales puede tener la forma siguiente:
– Alcanzar un desarrollo físico multilateral y elevar su nivel.
– Alcanzar un desarrollo físico especial y elevar su nivel.
– Dominar la técnica del deporte practicado y perfeccionarla.
– Dominar la táctica deportiva y perfeccionarla.
– Educar las cualidades morales y volitivas.
– Garantizar la preparación colectiva.
– Fortalecer la salud.
– Evitar los traumas deportivos.
– Adquirir conocimientos teóricos.
– Adquirir conocimientos prácticos y experiencias.
– Garantizar la integración de todas las cualidades, hábitos, conocimiento y habilidades.
Las tareas enumeradas no agotan todas las exigencias que pueden plantearse a los deportistas. Los diferentes tipos de deportes, las particularidades individuales de los deportistas, y la dinámica del proceso de entrenamiento, hacen necesaria una selección más exacta de las tareas, su diferenciación, el establecimiento de otras nuevas, etcétera.
Las tareas del entrenamiento deportivo pueden solucionarse paralela y consecutivamente durante uno o varios años. En muchos casos, la solución paralela de las tareas da los mejores efectos. Con frecuencia resulta más efectiva la solución consecutiva de las tareas.
Resulta de especial importancia resolver el problema de las secuencias (etapas), cuando es necesario formar primeramente el fundamento funcional y después, basado en él, elevar las posibilidades funcionales del organismo para un trabajo más intensivo.
No es menos importante la consecuente solución de los problemas de la preparación en un proceso de muchos años. En el proceso del entrenamiento (mensual, anual o de varios años) es obligatorio combinar la solución paralela y la consecutiva de las tareas.