Los tipos de lanzamientos que hay en el atletismo son cuatro: peso, disco, jabalina y martillo. Cada una de las pruebas tiene su propia definición, dado que se realizan con diferentes objetos y bajo distintas reglas de juzgamiento.
Cada uno de los lanzamientos tiene una serie específica de restricciones que incluyen: a) las características del implemento utilizado (tamaño, peso y cualidades aerodinámicas); b) limitaciones de espacio (el aro de la bala, la extensión de la corredera de la jabalina, las líneas del sector de lanzamiento); c) los requisitos técnicos dictados por las reglas influyen las secuencias del movimiento y la hace única.
Sin embargo, existe un número de importantes similitudes entre los lanzamientos. La compresión de de los cuales, ayudará al entrenador a trabajar con atletas en cualquier de los eventos. El propósito en estas pruebas es maximizar la distancia cubierta por el implemento.
ASPECTOS BIOMECÁNICOS
La distancia que recorre un objeto lanzado está determinada por un número de parámetros. Para el atleta y el entrenador lo más importantes son los tres de descarga: a) altura; b) velocidad; c) ángulo; y, en el caso de disco y jabalina las d) cualidades aerodinámicas del implemento; y e) los factores ambientales (viento y densidad del aire debido a la relativa humedad y/o altitud).
La altura está determinada por la altura del cuerpo del atleta aunque también está influenciado por la posición de descarga del mismo. La velocidad y el ángulo son ambos resultados de acciones del atleta previas y durante la descarga.
Ni las cualidades aerodinámicas del implemento, ni los factores ambientales pueden ser afectados por el atleta, aunque es posible realizar ciertos ajustes a la técnica de lanzamiento que maximizará la distancia potencial del mismo.
Los movimientos de las pruebas de lanzamiento se pueden dividir en cuatro fases principales: a) preparación, b) desplazamiento, c) descarga y d) recuperación. Las siguientes descripciones son aplicables a los lanzadores diestros.
En la fase de preparación el atleta toma el implemento y asume una posición para comenzar la fase de desplazamiento (construcción de la cantidad de movimiento). La preparación ni tiene ninguna influencia directa en la distancia final.
En la fase de desplazamiento el propósito es aumentar la posible velocidad de descarga acelerando el cuerpo del atleta y el implemento en conjunto hasta un nivel óptimo (cantidad de movimiento). Esta aceleración es sobre un trayecto lineal en el lanzamiento de la jabalina y en la técnica lineal del lanzamiento de la bala; y tiene una trayectoria circular en la técnica rotacional del lanzamiento de la bala, disco y martillo.
De acuerdo al evento, la fase de desplazamiento se puede dividir en dos fases más (lanzamiento de la jabalina) o en más fases (lanzamiento del martillo).
En la fase de descarga la velocidad es almacenada, aumentada, y transferida desde el cuerpo del atleta al implemento y se descarga el mismo. La unión entre las fases de desplazamiento y la fase de descarga la constituye la posición de fuerza.