La corrección de los ejercicios juega un papel fundamental en la vida del deportista. Tener la capacidad de valorar la justeza de realización de la técnica estudiada y de encontrar sus errores, constituye una importante condición de una enseñanza exitosa.
Cada intento por reproducir un ejercicio da al estudiante determinadas sensaciones, por medio de las cuales puede juzgar sobre la realización de determinados movimientos o de la acción en su conjunto.
Sobre la base de estas sensaciones y consideraciones, así como de las indicaciones del entrenador, el alumno compara la representación de cómo deben realizarse los ejercicios con lo que se ha producido en la realidad. Esto le permite, después de cada intento, determinar lo que había de correcto en los movimientos y lo que había de incorrecto y hacer las conclusiones sobre las correcciones que es necesario introducir en el siguiente intento.
Pero sucede que las sensaciones de los principiantes no siempre son lo suficientemente exactas. En este caso puede serle de ayuda el controlar sus movimientos frente a un espejo, con ayuda del cine o del vídeo-tape.
Los corredores, patinadores artísticos, esquiadores y otros deportistas pueden, en gran medida, juzgar sobre la corrección de los ejercicios siguiendo las huellas dejadas en un camino.
Para detectar algunas deficiencias de la técnica tiene una gran importancia, sobre todo cuando se trata del despliegue de esfuerzos, la medición de la resultante de las acciones del alumno (velocidad, distancia recorrida, peso elevado, etcétera) durante la realización de los diferentes ejercicios (con un esfuerzo máximo, sin tensiones) y otros tipos de de la información inmediata.
¿QUIÉN DEBE HACER LA CORRECCIÓN DE LOS EJERCICIOS?
El propio alumno es quien debe valorar en todos los casos el control sobre la realización de sus movimientos. Esto permite la elevación de la actividad de los deportistas y una mejor enseñanza.
Cuando se sabe por anticipado que hay que expresar una opinión, los alumnos atienden mejor durante la realización y el análisis de los movimientos.
Los errores en los distintos movimientos pueden producirse como resultado de la incorrecta realización de la acción previa. La coordinación, la dependencia mutua y la secuencia de los movimientos (en todo deporte) enlazan diferentes elementos y partes en un todo único en el cual no pueden admitirse errores que a su vez no produzcan otros, a veces peores.
De ahí la importancia de establecer el error fundamental. Si un alumno comete dos o tres errores a la vez, debe establecerse cuál es el fundamental: aquel que, al ser corregido, permitirá eliminar los otros.
También se hacen ejercicios equivocados como resultado del cansancio de los participantes y de una insuficiente preparación física. Además, los errores son también frecuentes debido a gasto innecesario de fuerzas, al deseo de imitar a los campeones: a un esquiador, un remero o un nadador.
Para superar estos errores se recomienda continuar los ejercicios durante más tiempo a menor velocidad, hasta que, como resultado de un cierto cansancio, el ejercicio resulta más natural y, con ello, más correcto.
EVALUACIÓN DE LAS CORRECCIONES
La corrección de los ejercicios consciente de los errores es de la más elevada significación. Sobre la base de la valoración personal de la realización y de las indicaciones del entrenador, el deportista precisa la representación motora, y después trata de hacer correctamente el ejercicio.
El error puede ser enmendado durante la realización de una acción total. Se utiliza ampliamente también la separación del elemento mal realizado del todo, cuyo elemento se repite entonces varias veces por separado. Cuando, posteriormente, vuelve a realizarse la acción total debe prestarse especial atención a los movimientos corregidos.