Influencia del entrenador en la enseñanza de la técnica

La influencia del entrenador es vital en la enseñanza de la técnica deportiva. Ésta permite que el alumno cree su propia representación motora sobre la base de las sensaciones cinestésicas, de su mayor o menos semejanza, pues, las mismas surgen durante la realización independiente de los ejercicios.

El entrenador ayuda a que su alumno aprenda las poses necesarias así como las posiciones iniciales. Las sensaciones cinestésicas que aparecen entonces, informando a los músculos, los tendones y la piel, posibilitan una mejor representación de los movimientos estudiados; una asimilación más rápida y efectiva de los elementos de la técnica.

Para el estudio de elementos más complejos, a través de este método se utilizan implementos y objetos con los cuales es más fácil mostrar al deportista las posiciones.

Además, la influencia del entrenador ayuda al alumno a realizar un movimiento con más perfección, dirigiendo sus movimientos con los brazos. Con este fin se elaboran y utilizan equipos especiales, con ayuda de los cuales se realizan los movimientos requeridos de forma correcta.

MÉTODOS DE LA REALIZACIÓN PRÁCTIA DE LOS EJERCICIOS

Para convertir en realidad la representación motora existe un solo procedimiento: intentar reproducirla prácticamente. Esto se consigue por diferentes métodos, procedimientos y metodologías que elevan la efectividad del aprendizaje.

El papel más importante está a cargo de los métodos de la enseñanza del ejercicio en su conjunto (método del ejercicio integro) y por partes (método del ejercicio desmembrado).

La capacidad que tienen los deportistas de valorar la justeza de realización de la técnica estudiada, de encontrar sus errores y corregirlos, constituye una importante condición de una enseñanza exitosa.

INFLUENCIA DEL ENTRENADOR EN LA CORRECCIÓN

Cada intento por reproducir un ejercicio da al estudiante determinadas sensaciones, por medio de las cuales puede juzgar sobre la realización de determinados movimientos o de la acción en su conjunto.

Sobre la base de estas sensaciones y consideraciones, así como de las indicaciones del entrenador, el alumno compara con la representación de cómo deben realizarse los ejercicios con lo que se ha producido en la realidad.

Esto le permite, después de cada intento, determinar lo que había de correcto y de incorrecto en los movimientos; y hacer las conclusiones sobre las correcciones que es necesario introducir en el siguiente intento.

Pero sucede que las sensaciones de los principiantes no siempre son lo suficientemente exactas. En este caso puede serle de ayuda el controlar sus movimientos frente a un espejo, con ayuda del vídeo.

Para detectar algunas deficiencias de la técnica tiene una gran importancia, sobre todo cuando se trata del despliegue de esfuerzos, la medición de la resultante de las acciones del alumno (velocidad, distancia recorrida, peso elevado) durante la realización de los diferentes ejercicios (con esfuerzo máximo, sin tensiones) y otros tipos de la información inmediata.

El propio alumno es quien debe valorar en todos los casos el control sobre la realización de sus movimientos. Esto permite la elevación de la actividad de los deportistas y una mejor enseñanza.

Los errores en los distintos movimientos pueden producirse como resultado de la incorrecta realización de la acción previa. De ahí la importancia de establecer el error fundamental. Si un alumno comete dos o tres errores a la vez, debe establecerse cuál es el fundamental; aquél que, al ser corregido, permitirá eliminar los otros. El error puede ser enmendado durante la realización de una acción total, gracias a la influencia del entrenador.