Saber qué cantidad de comida debo ingerir diariamente para estar en forma es la parte más difícil de una dieta desde un punto de vista logístico, pues no te condiciona ni la compra ni dónde comes. Sólo se trata controlar las porciones. Es importante destacar aquí que la mayoría de personas lo que necesitan es perder peso, y son pocas las que necesitan ganarlo. A las primeras van dedicados los siguientes consejos.
Para controlar las cantidades de comida no necesitas una báscula. Basta calcular por encima. Los nutricionistas recomiendan eliminar unas 5.000 kilocalorías diarias para perder peso. Si piensas en una persona con estatura y peso medios, que necesita unas 2.500 kilocalorías diarias pero consume 3.000, puedes deducir que sólo eliminando una quinta o sexta parte de la cantidad de cada comida ya estará suprimiendo justo las cantidades que le sobran para ir perdiendo peso al ritmo adecuado.
En el momento en que te acostumbras a comer esa pequeña parte de menos, verás cómo poco a poco vas sintiéndote más activo después de comer, menos pesado, y cómo tu cuerpo se adapta muy bien a estas cantidades, perderás volumen en el estómago y tu cuerpo se irá transformando poco a poco y te lo agradecerá. Si consigues cambiar tus hábitos alimenticios habrás ordenado la ingesta de kilocalorías diarios, estarás eliminando lo que necesitas y el deporte estará acabando de regular tu apetito.
Si, al contrario de la mayoría de personas, no necesitas eliminar grasa, sino lo que quieres es coger peso, el tuyo es un caso especial y como tal lo más indicado es que te pongas de inmediato en manos de un profesional. Podríamos darle la vuelta a la ecuación y pedirte que comas un quinta parte más de lo habitual, pero mejor que te aconseje un profesional nutricionista. Lo mismo sucede con los que tengan un sobrepeso importante: siempre es recomendable que se pongan en manos de un profesional para que les prepare un plan nutricional a su medida.