La trilogía entre Canelo Álvarez y Gennady Golovkin ha llegado a su fin. El boxeador mexicano derrotó este sábado al kazajo por decisión unánime: 116-112, 115-113 y 115-113. Un triunfo histórico para Saúl en una pelea que dejó bastante insatisfecho a los aficionados.
Canelo basó su victoria en un ritmo superior al de Golovkin y eso que le faltó algo de explosividad. Tiró de sus habituales argumentos, con buenos ataques al cuerpo de su rival -menos de lo que es costumbre- y rápidas combinaciones. Cuando Golovkin comenzó a cansar a su oponente a base de duros ataques y presión, la pelea ya estaba casi decantada.
El campeón hizo su pelea, mientras que Gennady se quedó corto. Eso sí, ni atisbo de KO. Entre estos dos encajadores, entre los que hubo respeto, parecía una quimera y así fue. El regreso de Canelo al semipesado no parece tan claro después de ver cómo volvía a decaer algo su ritmo hacia el final, aunque él sigue queriendo la revancha con el ruso Dmitry Bivol.
Con esta victoria, Canelo cierra una trilogía que se abrió con un empate allá por 2017 y que en 2018 trajo el triunfo del azteca por decisión mayoritaria. Álvarez mantiene de esta manera los cuatro títulos del supermedio (WBA, WBC, WBO e IBF) en la primera de sus defensas del indiscutido y cierra una página brillante de su historia que eleva su legado.
El nacido en Guadalajara vuelve a estar en la carrera por recuperar su trono como el mejor libra por libra, un estatus que se le escapó tras su anterior pelea. Con 32 años, Saúl quiere volver a la cima del boxeo.