Fin de semana histórico en la NBA. LeBron James se convirtió el pasado sábado 2 de marzo en el primer jugador que anota 40.000 puntos. La estrella de Los Angeles Lakers brilló en la derrota (114-124) ante los Denver Nuggets. Logró 26 puntos en el partido e impuso un nuevo récord en la liga estadounidense.
Su nuevo registro (40.017 puntos) parece inalcanzable para cualquier jugador en las próximas décadas. El nacido en Akron, además, completó 1.205 partidos consecutivos, desde el 6 de enero de 2007, anotando al menos 10 puntos. Una racha más que impresionante, que también es la más larga en la historia de la NBA.
LeBron lleva varios años sentado en la misma mesa de leyendas junto a Michael Jordan y Kobe Bryant, y su nueva marca estratosférica alimenta aún más el debate sobre el mejor jugador de todos los tiempos en la NBA. Su registro llega tras 21 temporadas en la mejor Liga del mundo y, a día de hoy, parece insuperable.
Kareem Abdul-Jabbar (38.387), Karl Malone (36.928), Kobe Bryant (33.643) y Michael Jordan (32.292) le siguen en un ranking que tardará decenas de años en verse alterado. De hecho, el primer jugador en activo que más se le acerca es Kevin Durant, con 28.372 puntos, pero ni siquiera el prolífico jugador de los Phoenix Suns amenaza ese increíble registro.
El 8 de febrero del año pasado, el alero de los Lakers se convirtió en el máximo anotador en la historia de la NBA superando los 38.387 puntos con los que se retiró Kareem Abdul-Jabbar. Ahora derriba otra barrera. Una que se antoja infranqueable. Parece uno de esos registros que perdurarán por siempre. Como los 100 puntos de Wilt Chamberlain, curiosamente también conseguidos un 2 de marzo, pero del año 1962.