La avena en hojuelas es uno de los alimentos más populares en el mundo del entrenamiento. Cada vez son más las personas que la consumen y la hacen parte de su dieta. No es para menos. Estamos hablando de una comida que aporta muchos beneficios para nuestra salud y que, al mismo tiempo, ayuda a las personas a combatir algunas enfermedades.
La avena es una planta herbácea de la familia de las gramíneas que contiene una importante fuente de hidratos de carbono, fibra dietética soluble (betaglucano), proteínas, lípidos, diferentes compuestos fenólicos, vitaminas y minerales. Todo ello, en conjunto, la convierte en un alimento beneficioso para la inmunomodulación y para mejorar la microbiota intestinal.
Entre las principales propiedades de la avena en hojuelas se encuentran:
Su alto contenido de fibra: Es rica en beta-glucanos, una fibra soluble que ayuda a mejorar el tránsito intestinal y favorece la salud digestiva.
Antioxidantes: Contiene avenantramidas, antioxidantes únicos de la avena que ayudan a proteger las células del daño oxidativo.
Proteínas: Es una buena fuente de proteínas, lo que contribuye al mantenimiento y desarrollo de la masa muscular.
Micronutrientes: Aporta vitaminas y minerales esenciales como la vitamina B, hierro, magnesio y zinc.
El consumo de avena es recomendable para todo tipo de personas sanas pero también para determinados pacientes como los diabéticos. Diferentes estudios han demostrado el potencial que tiene el betaglucano para reducir los niveles de glucosa posprandial.
Según los expertos, la avena puede ser beneficiosa para las personas con diabetes por varias razones, entre ellas: regula el índice glucémico, mejora la sensibilidad a la insulina y ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre al ralentizar la absorción de azúcares y grasas en el intestino.
Otro de los beneficios que se asocian con el consumo de avena está relacionado con la tensión. Hay estudios que señalan que el betaglucano de la avena o los productos a base de avena en la dieta disminuyen significativamente el perfil de lípidos en sangre y la presión arterial al regular el metabolismo de la insulina en sujetos con hipercolesterolemia leve.
En cuanto a sus propiedades adelgazantes, algunos estudios han demostrado que la ingesta de fibra dietética y cereales integrales median en la pérdida de peso corporal. La clave de esto está en la sensación de saciedad que produce la avena, en concreto, el betaglucano. Este componente lo que hace es retrasar el vaciado gástrico, inhibiendo la ingesta de alimentos, reduciendo el peso corporal total, la grasa corporal y la adiposidad central.
Por otra parte, también está comprobado es que su consumo favorece una digestión saludable y previene el estreñimiento, aspectos importantes en un régimen de pérdida de peso.
Así mismo, la avena en hojuelas ayuda a disminuir los niveles de la lipoproteína de baja densidad (LDL) «colesterol malo» y a aumentar ligeramente los niveles de lipoproteína de alta densidad (HDL) «colesterol bueno».
Eso sí, para obtener los mejores efectos de la avena hay que tomarla de una forma concreta, y no valen todos los tipos de avena. Hay que optar por la avena integral para aprovechar al máximo su contenido en fibra y nutrientes. Aunque es saludable, la avena también es calóricamente densa, por lo que es importante moderar las porciones para no exceder las necesidades calóricas diarias.