Para tener una vida saludable no basta con lucir un cuerpo atractivo. Las partes de nuestro cuerpo que no vemos por fuera también son muy importantes. Por ejemplo, tener un cerebro sano podría reducir significativamente las posibilidades de sufrir algunas enfermedades crónicas.
Además del ejercicio, existen alimentos que nos ayudan a mejorar nuestra salud cerebral. Por ejemplo, los expertos consideran que la dieta mediterránea por sí misma y a cualquier edad mejora el desarrollo cognitivo y reduce la incidencia del Alzheimer. Las dietas dash y mind también nos aportan muchos beneficios.
«La dieta dash es parecida a la mediterránea, pero con más énfasis en quitar alimentos que tengan mucha sal y en restringir el alcohol porque está más orientada a la hipertensión», explica la neuróloga Araceli Cánovas.
Por su parte, la dieta mind sería una combinación de la mediterránea y la dash, aunque le da más importancia a sustancias que han demostrado tener algún papel en la prevención de la demencia, como los cereales integrales, las nueces o bayas como las fresas, frambuesas y moras.
La experta aclara que ningún alimento tiene tanto poder como para mejorar por sí solo la salud del cerebro, sino que la dieta debe ser el resultado de un abordaje global de todo lo que comemos. Asimismo, hay que tener en cuenta que nuestro régimen tiene que ser parte de un estilo de vida saludable en el que se incluya la actividad física.
«Si tenemos que hablar de un grupo de alimentos especialmente importante, este estaría formado por aquellos que contienen ácidos grasos omega 3, grasas poliinsaturadas saludables y polifenoles, que son unas sustancias presentes en muchas frutas y verduras y que favorecen el rendimiento cognitivo de las personas», resalta Araceli.
La experta en neurología indica también que son recomendables aquellos productos ricos en fibras y pobres en calorías, pues son muy positivos nutricionalmente hablando. Por todo ello, los alimentos más importantes para prevenir posibles complicaciones cognitivas serían:
– Carnes magras como la de pollo o de pavo, que contienen pocas grasas.
– Frutas y verduras.
– Pescados grasos como el salmón, así como el pescado azul pequeño (por ejemplo, la caballa, la sardina o el marisco).
– El café y el cacao (ambos contienen ponifelones) se han asociado también a un mejor rendimiento cognitivo.
– Frutos pequeños como las uvas o las fresas y los frutos secos.
De la misma forma en que hay alimentos y nutrientes que previenen los problemas cognitivos, también están aquellos que se asocian a una peor cognición. En este sentido, Cánovas hace referencia a los procesados y ultraprocesados: «Son la peor opción, pues están muy enriquecidos de grasas saturadas y nutricionalmente no aportan nada, solo calorías».
Otros alimentos que los expertos no recomiendan son:
– Carnes rojas. La grasa de origen animal como la de vacuno o de cerdo consumida de forma moderada no supone ningún problema, pero si la comemos en exceso y, sobre todo, si son la base de nuestra alimentación, acabamos ingiriendo un exceso de calorías y sustancias proinflamatorias.
– Bollería o azúcares en exceso. Son alimentos con muchas calorías y que ponen a prueba nuestra insulina.
– Bebidas gaseosas y azucaradas, pues no aportan nada a nuestra salud.