Da igual que quieras subir el Everest, correr una maratón o simplemente tan sólo estar en forma. Para planificar y ejecutar con éxito cualquier entrenamiento debes seguir unos principios básicos. Es algo en lo que todos los entrenadores del mundo estamos de acuerdo. Esos principios del entrenamiento son los siguientes:
✔ Principio de la unidad.
✔ Principio de la especificidad.
✔ Principio de la continuidad.
✔ Principio de la variedad.
✔ Principio del «umbral mínimo» o de la «carga eficaz».
✔ Principio de la carga progresiva.
✔ Principio de la periodización.
✔ Principio de la técnica.
✔ Principio de objetivos realistas.
Son muchas las personas que entrenan sin tener estos principios en cuenta y eso se nota porque su evolución es nula. Tal vez haya sido tu caso. Por eso es importante que utilices un lápiz durante el entrenamiento: ponerlo todo negro sobre blanco te ayudará a tener bien clara tu evolución, repasarla y, dado el caso, saber qué es aquello en lo que puedes mejorar para tener éxito.
🚫 No mezcles planes de entrenamiento
Muchas personas buscan a un profesional después de haber probado varios tipos de entrenamiento. En ocasiones se da lo que denomino «entrenamiento conglomerado». Me refiero a que cogen algunas ideas de cada entrenador y se quedan con lo que les gusta, pero no con lo que les conviene. Estos planes siempre fracasan, nunca tienen éxito. Recuerdo un amigo que llegó al gimnasio en el yo entrenaba y me pidió un plan de entrenamiento. Al llegar el lunes siguiente y mirar su rutina, vi que tenía tres planes de entrenamiento: el que me pidió a mí, otro del entrenador del gimnasio y otro de otro amigo que también había estudiado Educación Física. Y todo para ver cuál era el que más le gustaba.
Por eso te recomiendo que te hagas con los servicios de un buen profesional y confíes en él y sólo en él. Un plan de entrenamiento hecho por varios entrenadores sería algo así como un plato realizado por varios cocineros. Uno no sabría si el anterior le ha puesto sal o cuánto tiempo lleva en el horno. Estos platos siempre fracasan, nunca tienen éxito.