Durante la realización de diferentes acciones motrices, la carga externa varía constantemente, así como las condiciones mecánicas de su acción. Por consiguiente, las contracciones musculares, generalmente son una mezcla; es decir, varía tanto la tensión como la longitud de los diferentes músculos esqueléticos.
A estas contracciones se les suele llamar «mixtas», y son de gran importancia en la actividad deportiva, ya que posibilitan la variabilidad de los movimientos durante la ejecución de distintos ejercicios.
La tensión desarrollada por los músculos durante la contracción es muy variada y las variaciones de las diferentes cargas externas interrelacionadas con la fuerza interna, provocan diferentes tipos de contracciones musculares que son utilizadas para el desarrollo de la fuerza.
Debemos destacar que el desarrollo de la fuerza muscular depende, entre otros factores, del tamaño de los músculos involucrados, del número de fibras contrayéndose al mismo tiempo, de la tensión muscular, del número de unidades motoras excitadas, coordinación en el trabajo de los músculos antagonistas y sinergistas, etc.
La fuerza propiamente dicha se mide, en particular, por el peso que se vence, del tiempo de tensión muscular máxima (esfuerzos estáticos) y por la fuerza mecánica manifestada (con la creación de magnitudes de la masa trasladada, o la aceleración en los ejercicios dinámicos).
De lo señalado anteriormente se infiere que de acuerdo al trabajo que realicen los diferentes planos musculares existen dos formas de contracción: estática y dinámica; y de acuerdo al grado de variación de la longitud de las fibras musculares y la tensión de las mismas, encontramos tipos de contracción a las que nos referimos seguidamente.
En la realización del ejercicio flexión y extensión de los brazos con la palanqueta en posición de acostado (fuerza acostado); al extender los brazos, el tríceps realiza un trabajo concéntrico; en la mantención del peso con los brazos extendidos, un trabajo isométrico; y al descender o flexionar los brazos, un trabajo excéntrico.
– CONTRACCIÓN CONCÉNTRICA O MIOMÉTRICA
Tienen carácter dinámico, variando tanto la longitud como la tensión de las fibras musculares, donde la carga externa debe ser menor que la fuerza interna. Esta contracción provoca un aumento de la tensión del músculos y por ello se acorta la distancia entre el punto de inserción y el de origen.
Por ejemplo, una persona que realiza un halón de arranque con 110 kilogramos a una altura de 1 metro, el trabajo realizado será de 110 kg.
– CONTRACCIÓN EXCÉNTRICA O PLIOMÉTRICA
Supone un incremento de la fuerza mayor al trabajo concéntrico e isométrico. El músculo, obedeciendo a fuerzas externas en un activo antagonismo, tiende a separar el punto de inserción y el de origen. Esta contracción se puede puede presentar si la fuerza externa es mayor que la interna y ésta se agota hasta el máximo.
Por ejemplo, las cuclillas: posición inicial; de pie con piernas y troncos extendidos, la palanqueta en los hombros. Desde esta posición se realiza la flexión de piernas lentamente con el tronco recto y los pies apoyados en la planta total.
– CONTRACCIÓN ISOMÉTRICA O ESTÁTICA
Se basa en la conducta del sistema neuromuscular; o sea, se produce cuando se realiza una actividad mediante una contracción muscular, manteniendo la posición inmóvil del cuerpo o de sus eslabones, así como el sostenimiento de una carga durante un tiempo determinado y que no exista una aproximación del punto de inserción al punto de origen del músculo.
Por ejemplo, la plancha abdominal. Posición de cuatro apoyos: las puntas de los pies y los antebrazos. Apretar el abdomen y mantener esta postura durante varios segundos.