La globalización y la revolución digital que se ha instalado en nuestro planeta no es ajena al mundo fitness. Por el contrario, gracias a estos fenómenos socioeconómicos es que ha sido posible implementar ejercicios de otros países en el nuestro. Lo dicho queda comprobado a través de la Marcha Nórdica (en inglés «Nordic Walking»), que cada vez es más común entre nosotros.
Estamos hablando de una actividad deportiva amplia y comúnmente practicada en países como Finlandia, Austria, Alemania o Estados Unidos, aunque en la actualidad su práctica se ha extendido a todo el mundo. Consiste en caminar de una manera natural a la vez que empleamos unos bastones acompañando el balanceo instintivo de los brazos. Es una técnica integral suave que ejercita el 90% de los músculos del cuerpo y una forma de optimizar la dinámica del paso, en función de la forma física de cada persona. Su éxito radica en que su práctica está al alcance de personas de todas las edades y condiciones físicas.
Existen varias técnicas posibles para realizar esta actividad física. Es muy versátil, por lo que se puede practicar en condiciones muy diversas. Lo esencial es adquirir unos bastones específicos para marcha nórdica, además de disponer de la vestimenta y el calzado que se adapte a cada terreno y a las diferentes condiciones climatológicas. Además, el nordic walking es una actividad que puede ser incorporada por especialistas en programas de entrenamiento, ya que contribuye a mejorar el desarrollo bilateral en deportes como el fútbol, el golf o el tenis; también complementa y potencia el tren superior y favorece el desarrollo de la capacidad coordinativa.
Pasos para realizar la Marcha Nórdica
✔ Caminar derecho: es necesario mantener erguida la columna vertebral, pero de forma natural, sin forzar la postura.
✔ Amplitud de movimiento de los brazos: es preciso alargar todo lo posible los brazos a la hora de estirarlos y contraerlos cuando se balancean para caminar. El brazo debe estar relajado, pues el objetivo es hacer movimientos amplios, no tener el brazo estirado y en tensión.
✔ Ángulo correcto del bastón: a la hora de clavar los bastones, el punto de apoyo debe coincidir con el punto de gravedad del cuerpo, es decir, el bastón de apoyo, que es el que marca el movimiento de impulso, no puede estar apoyado muy lejos del cuerpo y del punto de gravedad.
✔ Longitud del paso: los pasos no deben ser ni demasiado amplios ni demasiado cortos, ya que el objetivo es mantener una postura correcta y natural. La longitud del paso debe estar condicionada por el estiramiento del brazo.