Siguiendo por la línea de la alimentación y de su importancia a la hora llevar una vida saludable, en esta oportunidad quiero compartir contigo mi opinión respecto a un tema bastante común entre la gente y que cada vez, a raíz de la revolución informativa, toma mucha más fuerza: ¿se puede pecar durante la dieta? Cada vez son más las personas a las que les escucho preguntar sobre este aspecto tan fundamental a la hora de conseguir los resultados deseados.
Antes de entrar en materia, vale la pena aclarar que, una adecuada alimentación estará siempre determinada por tus objetivos. Es decir, si lo que quieres es incrementar el tamaño de tus músculos no puedes seguir la misma dieta de alguien que busque tonificar su cuerpo. Sin embargo, sea cual sea la cadena alimenticia que estés siguiendo siempre hay cosas que nos resultan «prohibidas» y que se convierten en nuestros pecados capitales. Lo que muchos desconocen es que dichos pecados no son tan malos como piensan y, por el contrario, resultan fundamentales para seguir firmes en la causa.
Premio para el cerebro y para el cuerpo 🏆
La explicación a esta teoría, que puede sonar en algún momento paradójica, tiene que ver principalmente con lo beneficioso que resulta para nuestra mente y nuestro cuerpo premiarlo de vez en cuando. Numerosos estudios científicos y sociales han comprobado que las personas que semanalmente cometen un pecado alimenticio dentro de su dieta son capaces de mantener durante más tiempo estos buenos hábitos. La sensación que experimenta nuestro cerebro y la señal que inmediatamente éste envía a las demás partes del cuerpo resulta fundamental para seguir juiciosos el resto de la semana.
Otra de las razones por las que resulta más que necesario pecar de vez en cuando está relacionada con que todo en extremo es malo. Si bien es cierto que comer en exceso es perjudicial para la salud, también está claro que dejar de comer de todo puede ser aún más peligroso. No olvides que nuestro cuerpo necesita mucha energía y algunos alimentos que nos prohíben en la dieta son los que mejor nos abastecen. Así que no te castigues, ni te des golpes de pecho evitando comer una hamburguesa, una pizza o un perro caliente los fines de semana. Por último, recuerda que «el que esté libre de pecado, no sabe lo que se pierde»…