Todos sabemos que el ejercicio es bueno para la salud, pero pocos se preguntan ¿por qué? La mayoría de las personas lo practican por un tema estético, desconociendo que éste es apenas uno de sus múltiples beneficios.
La realidad es que el ejercicio físico es mucho más que una herramienta embellecedora. Numerosos estudios científicos han demostrado que su verdadera importancia va más allá de tener un cuerpo esbelto o unos músculos grandes. La necesidad de incluir su practica en nuestra vida diaria está relacionada con la salud.
Realizar actividad física con frecuencia no solo cambia la forma en que te ves por fuera, sino también la manera en que te sientes por dentro. Sus mayores y mejores efectos están en nuestro organismo y se ven reflejados en nuestra salud. De ahí que sea considerado como alguno bueno, más allá de otros beneficios que también vale la pena mencionar en esta oportunidad.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los beneficios de la actividad física en el cuerpo humano en los adultos son: reduce el riesgo de hipertensión, cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular, diabetes, cáncer de mama y de colon, depresión y caídas.
También mejora la salud ósea y funcional, y es un determinante clave del gasto energético; y es por tanto fundamental para el equilibrio calórico y el control del peso.
Además, en recientes estudios se ha descubierto que la actividad física influye positivamente en el llamado metabolismo cerebral.
Otro estudio de la Universidad de Harvard publicó que el ejercicio puede ser beneficioso porque estimula al corazón a producir nuevas células musculares, tanto en condiciones normales como después de un ataque cardíaco.
Realizar ejercicio también puede ayudar a prevenir y a tratar las enfermedades mentales. Definitivamente es el mejor tratamiento contra la depresión y otros trastornos como la ansiedad o estrés.
La próxima vez que estés en tu rutina de ejercicio piensa en los beneficios más allá de lograr marcar tus músculos: en cómo le estás dando salud a tu cuerpo. ¡Tú «yo» del futuro te lo agradecerá! Verte bien por fuera es muy chévere, pero la verdadera magia del ejercicio está en como te hace sentir por dentro.
