Al enseñar la técnica debe tenerse en cuenta la preparación física y psíquica de los deportistas. La violación de uno de los principios fundamentales de la pedagogía, el enseñar de acuerdo a las fuerzas, conduce al dominio de una técnica imperfecta, llena de errores, que en el futuro son difíciles de corregir.
Una buena parte de la causa fenómeno se encuentra en la preparación física insuficiente. Por ejemplo, el atleta «X», durante la enseñanza de los sprints elevaba demasiado los muslos; pero adelantaba de forma absolutamente insuficiente sobre la pierna de apoyo (a fin de que terminara con un empuje desde bien atrás).
A pesar de una preparación prolongada, no se modificaba la técnica. Se comprobó entonces la flexibilidad del deportista. Resultó que los músculos muy desarrollados de la parte frontal de los muslos eran poco elásticos y no permitían el movimiento del músculo bien hasta atrás.
Por ello, el deportista, a pesar de tener una correcta representación de la técnica de las carreras no podía realizar bien los ejercicios por razones puramente físicas. Se interrumpió la enseñanza y en el transcurso de tres meses ese deportista logró desarrollar movilidad de las articulaciones ilíacas. Después de alcanzar la amplitud exigida obtuvo, desde los primeros intentos, una correcta técnica.
Otro ejemplo. Se sabe que el dominio de un paso racional a través de la varilla, en el salto con garrocha, sólo es posible con un largo impulso. El joven saltador «Y» no disponía de la suficiente resistencia y, al final de la carrera de impulso, estaba tan cansado que no podía realizar los movimientos requeridos.
Sólo después de un prolongado trabajo de carácter especial, para educar la resistencia, pudo realizar correctamente los saltos y alcanzar elevados resultados.
Una débil preparación psicológica y el insuficiente desarrollo de las cualidades volitivas pueden también manifestarse de una manera negativa sobre el dominio de la técnica deportiva.
Así, durante el aprendizaje de las carreras con obstáculos el novato que teme chocar con los obstáculos y caer, salta muy alto, en vez de aplicar el «paso de barreras»; un deportista poco valiente, durante el aprendizaje de los clavados, salto con esquí y pértiga, salta con indecisión, lo que trae por resultado que se altere su coordinación y determina la incorrecta realización de los ejercicios.