El principio de lo evidente tiene una gran significación para la preparación deportiva. Se trata de una doctrina que se construye sobre imágenes concretas y no sobre representaciones y palabras abstractas.
Este principio condiciona la conducción de la enseñanza, la educación y la elevación de las posibilidades funcionales con la mayor receptibilidad por parte de los alumnos. Tiene significación, sobre todo, en la enseñanza de la técnica y la táctica deportivas.
Lo evidente crea una correcta representación del material de enseñanza sobre la base de imágenes concretas; acelera considerablemente el aprendizaje; ayuda a dominar técnicas y tácticas deportivas perfeccionadas.
Es muy importante que el deportista pueda valorar con la mayor rapidez la corrección de sus movimientos y su correspondencia con las tareas del aprendizaje. Entre la multitud de medios evidentes, el más perfeccionado en este sentido ese el videotape portátil. Éste permite al deportista ver muchas veces cómo realizó el ejercicio. No hace falta decir todo lo efectiva que es esta evidencia.
Sin embargo, la muestra de las grabaciones en videotape pueden tener un resultado negativo. Por ello, no es recomendable mostrar al alumno las desviaciones casuales de la técnica habitual de los ejercicios, ni tampoco los realizados bajo un mal estado de salud.
Este principio tiene una significación muy seria cuando se realizan ejercicios a fin de mejorar las cualidades físicas. Las sesiones concretas y evidentes que determinan el nivel de las exigencias en cuanto al despliegue de fuerzas, rapidez, resistencia, flexibilidad y agilidad, ayudan al deportista a realizar, con efectividad, los ejercicios.
Lo verdaderamente importante es que el atleta vea cómo realizó la tarea y cuáles errores cometió. La comparación de lo propuesto con lo realizado es uno de los factores más importantes de la enseñanza, la educación y el desarrollo de las cualidades motoras.
En relación con esto ha comenzado a desempeñar un papel muy serio en la técnica deportiva moderna la información inmediata sobre las características cinemáticas y dinámicas del ejercicio realizado.
En la preparación del deportista es muy grande el rol del ejemplo evidente. Un deportista mejor preparado, al desplegar su técnica y táctica, su fuerza y rapidez, su resistencia y agilidad, siempre servirá de ejemplo a los menos preparados.
El principio de lo evidente es importante también para la educación del deportista. En primer lugar, hay que hablar aquí del rol de la conducta ejemplificante del entrenador y de los deportistas más fuertes. Sus elevadas cualidades morales, su disciplina, la relación activa que tienen con las tareas del entrenamiento, el amor al trabajo y las cualidades volitivas sirven de ejemplo a los deportistas jóvenes.
La fuerza del ejemplo palpable es un medio real para la superación de diferentes barreras psicológicas. Estamos hablando de un récord personal, una marca mundial, una carga límite dentro del entrenamiento, la complejidad de los ejercicios, etcétera.
En conclusión, las sesiones de entrenamiento en grupos, así como la actividad del colectivo deportivo ofrecen mayores posibilidades para la realización del principio de lo evidente. Sobre esta base, para el logro de una mayor efectividad en la educación, la enseñanza y el desarrollo de las cualidades motoras.