Para quemar grasa tienes que hacer trabajos cardiovasculares. Pueden ser de baja intensidad y larga duración o de intensidad media/alta y baja duración. Lo importante es que te mueves y realices actividades que te gusten para que puedas hacerlas con regularidad. Dos de las más comunes y fáciles de practicar son caminar y correr. Pero, ¿con cuál de las dos quemo más grasa?
La diferencia radica en el tiempo que tardamos en realizar el ejercicio y, por tanto, las calorías que quemamos por minuto. Por ejemplo, una persona media de 75 kilos quema unas 13 calorías por minuto corriendo y solo 7,6 caminando (a buen paso, claro). Eso significa que, si corremos media hora quemaremos unas 390 calorías, mientras que si caminamos esos mismos 30 minutos consumiremos poco más de la mitad, 230.
También hay que tener en cuenta que correr genera impacto en las articulaciones, por lo que caminar es mucho más amable, más aún si tienes algún tipo de lesión o contraindicación. Además, no todo el mundo está preparado para hacer muchos kilómetros corriendo.
Eso sí, cuando hablamos de caminar no nos referimos a recorrer el paseo marítimo o pararte en todos los escaparates, tampoco vale limpiar la casa por muchos pasos que hagas haciéndolo, tienes que moverte con intensidad e intención, a buen ritmo, intentando pasar por cuestas y mínimo durante media hora.
Importante, que te cueste a ratos mantener una conversación, ahí está la clave. ¿Y por qué tantas indicaciones? Porque es necesario que el ritmo cardíaco alcance el 60% o 70% de su frecuencia máxima para llegar a quemar grasa corporal.
Por supuesto, deberías salir a caminar al menos cinco días a la semana, porque tampoco sirve de mucho si solo sales un día (al igual que si corres o haces cualquier otro deporte).
Este entrenamiento combina correr con caminar y también te sirve si vuelves a la carga después de una lesión o si hace mucho tiempo no corres.
Así, conseguirás que tu musculatura vaya ganando fuerza poco a poco y ganar resistencia. Los primeros días lo mejor es dedicarle media hora, 10 de carrera y 20 de caminata o al revés, según como te veas. Puedes hacerlo poco a poco, por ejemplo, correr durante 3 minutos y caminar otros 3.
La falta de tiempo también suele ser una excusa para no hacer deporte, las ocupaciones, la pereza que supone equiparse para salir de casa… Pero para esto también hay soluciones, como hacerte con una cinta de correr para entrenar en casa.
Un aparato muy práctico si te ayuda a cumplir con tus objetivos deportivos (no la dejes cogiendo polvo en el trastero). Además, si la usas para caminar o para hacer el método CaCo, puedes ir variando la intensidad y añadiendo resistencia; y, si corres, establecer ciertos objetivos de velocidad y calorías.
Finalmente, debes recordar que, la alimentación también es clave para perder grasa. Con sólo hacer deporte no es suficiente, recuerda eso de ‘los músculos se marcan en la cocina’. Es decir que, además del cardio, debes incluir en tu rutina una dieta rica en vegetales y proteínas, y baja en grasas y carbohidratos.