La obsesión por tener un pecho gigante hace que las personas olviden la importancia del balance corporal. Verse fuerte por delante es tan importante como estarlo por detrás.
Este problema afecta principalmente a los hombres, quienes suelen olvidarse de sus músculos posteriores. Lo bueno es que nunca es tarde para darte cuenta de tu error, corregirlo y mejorar.
Pensando en todos aquellos que se sintieron identificados, el estadounidense Martin Rooney, reconocido entrenador personal de la escuela Parisi Speed, en Fair Lawn, Nueva Jersey, ha elaborado una rutina de espalda para lograr un balance corporal.
Antes de explicarnos los ejercicios, el experto recuerda que un torso fuerte te dará más fuerza para cualquier otro ejercicio que hagas. Además, si no entrenas tu espalda tan duro como lo haces con los demás músculos de tu cuerpo, estás limitando la fuerza total de tu cuerpo y creando desequilibrios que pueden provocarte una lesión.
Lleva a cabo cada ejercicio centrado en la espalda una vez a la semana, separado por al menos un día. Realiza el número prescrito de repeticiones y series para cada ejercicio, teniendo como descanso 90 segundos entre series. Trabaja el resto de tu cuerpo, ya sea en la parte superior o en la inferior en dos rutinas semanales.
Sigue estos programas durante seis semanas con el único propósito de fortalecer tu espalda, con lo que volverás a balancear tu musculatura, construirás poder total corporal y romperás con los persistentes estancamientos de la rutina.
Colócate de frente en el aparato para extensiones. Con la espalda arqueada naturalmente, baja la parte superior de tu cuerpo lo más que puedas. Luego, aprieta los glúteos y levanta el torso hasta que tu cuerpo quede erguido. Haz 4 series de 8 repeticiones.
Con un agarre en pronación, coloca una barra en la parte alta de tu espalda. Mientras mantienes las rodillas ligeramente dobladas y tu espalda naturalmente arqueada, dobla la cadera hasta que tu torso esté casi paralelo al piso. Haz 4 series de 6 repeticiones.
Toma ambos extremos del agarre de la polea de manera que tus brazos queden uno frente al otro. Luego, camina hacia atrás hasta que tus brazos queden rectos y sientas que se tensa el cable. Jala la polea hacia tu pecho mientras aprietas los omóplatos. Haz 3 series de 10 repeticiones.
Párate con los pies abiertos al ancho de los hombros. Sujeta la manija de la polea con agarre de pronación. Sin doblar los codos, jala la polea hasta que toque tus muslos. Haz 3 series de 8 repeticiones.
Ponte de pie en medio de una estación de poleas. Fíjalas a la altura de tu pecho. Toma la manija de la izquierda con la mano derecha y la manija derecha con la mano izquierda. Aprieta los omóplatos y jala cada cable cruzándolo frente a tu pecho hacia el otro lado. Haz 3 series de 8 repeticiones.