Los Dallas Cowboys utilizan un enfoque único, bajo las ordenes de Bob Ward, llamado la semana de la velocidad. Se trata de una sesión diaria que encontraron fácil de entender y aplicar para los jugadores y que fue muy efectivo.

Este método divide cada período de siete días en tres fases, como se describe en las siguientes secciones:

FASE TEMPRANA SIN FATIGA

Nada de trabajo de piernas (entrenamiento de fuerza y potencia o entrenamiento de velocidad). El trabajo de alta intensidad con entrenamiento de supervelocidad (remolque con tubos elásticos, correr cuesta abajo) es el que domina en este período de tres días mientras los deportistas se encuentran relativamente descansados.

Tiene lugar el entrenamiento de fuerza y potencia de la parte superior del cuerpo. Se trabaja los lunes, martes y miércoles, por la mañana.

FASE TARDÍA CON FATIGA

Esta etapa el miércoles por la tarde (el punto de inflexión) y continúa hasta el viernes. En ésta, el entrenamiento se orienta más hacia actividades para entrenar la fuerza y la potencia (cargas de esprint, entrenamiento con pesas, pliometría) así como resistencia de velocidad.

Entre las últimas cuatro a ocho semanas del período de pretemporada, la pliometría sólo comprende saltos cortos y breves en tramos de entre 30 y 50 metros, a una velocidad muy alta, en lugar de saltos más largos a un ritmo moderado. Durante este período no se utiliza el entrenamiento de supervelocidad.

PERÍODO DE DESCANSO

Se combina un entrenamiento ligero con sesiones de estrategia de equipo y encuentros uno contra uno dirigidos por entrenadores especializados. Estas actividades se realizan el día sábado.

Programa de mantenimiento en la sesión práctica de trabajo

Solo suele ser necesario un ajusta ligero de la rutina de practica normal para aunar el programa de mantenimiento con el horario regular de entrenamiento. Para conseguir este ajuste, los entrenadores deberían considerar lo siguiente:

1. Dedicar una parte de cada día a la mejora de la velocidad.

2. Incluir una prueba, al menos dos veces por temporada, de las áreas más importantes con el propósito de localizar las carencias que están restringiendo los movimientos rápidos y veloces e impidiendo que los deportistas alcancen su potencial de velocidad genético.

3. Asigne a un entrenador de velocidad la tarea especifica de realizar las pruebas. Un entrenador de atletismo es, generalmente, una elección excelente.

4. Elimine los tradicionales esprints en curva del programa; sustitúyalos por un programa de resistencia de velocidad, que mantenga registros adecuados y garantice el progreso y la mejora.

5. Utilice los entrenamientos de potencia explosiva, de fuerza y de supervelocidad dos veces a la semana para mantener la fuerza, potencia, rapidez y velocidad adquiridas durante la pretemporada.

6. Utilice el entrenamiento pliométrico no más de dos veces a la semana (en días en los que no coincida un entrenamiento de mantenimiento con pesas).

7. Utilice la sesión de mantenimiento de mejora de la velocidad en el orden apropiado.