Siguiendo por la línea de la energía que requiere el cuerpo para realizar cada movimiento, vale la pena hablar del umbral anaeróbico, que es el punto en el que se prescinde del oxígeno como fuente principal de energía. Dicho de otra manera, es el momento en el que el ejercicio pasa de ejercer una resistencia aeróbica a una resistencia anaeróbica.
Cuanto mayor sea este esfuerzo mayor será la producción de lactato hasta que llegamos a un punto en el que el el ácido láctico es tanto que disminuye el rendimiento de manera drástica. Ese momento es el umbral anaeróbico y coincide con el puntó máximo de pulsaciones de nuestro corazón. El objetivo de todo deportista de resistencia es poder llegar a controlar ese umbral para estar el máximo tiempo posible muy cerca de ese umbral pero por debajo sin llegar a superarlo. Por su parte, el umbral aeróbico, es el punto en el que el oxígeno actúa como fuente de principal de energía.
Conocer nuestro umbral es importante, sobre todo si queremos entrenar más en serio, ya que sitúa el límite entre ese ritmo al que podemos aguantar un buen rato de manera cómoda y el ritmo infernal donde cada vez nos cuesta más seguir. Teniendo en cuenta su importancia, a continuación te comparto tres maneras distintas de calcular tu umbral anaeróbico sin necesidad de ningún aparato tecnológico.
Tu frecuencia cardíaca máxima se calcularía con la famosa fórmula: 220 – Edad. En cuanto a tu umbral de esfuerzo se situaría en un 60% de este resultado. Esta fórmula sólo sería válida para una persona con una condición media de entrenamiento, pero no si estás muy en forma o de lo contrario, un poco dejado, no vale la pena que calcules, porque el resultado no será relevante.
Por simple lógica, cuando hay presencia suficiente de oxígeno puedes hablar con cierta normalidad. A partir del punto en que te cueste mantener una conversación estás ya trabajando anaeróbicamente. Es cuestión de encontrar ese punto límite de pulsaciones. Aunque no te lo creas, esta técnica tan sencilla y empírica es muy usada por los entrenadores.
Realiza una carrera prolongada a intensidad máxima de manera que lleves tu sistema cardiovascular al límite. Así hallarás tu frecuencia cardíaca máxima. Cerca de un 65% de esa cifra se encuentra tu umbral anaeróbico.