Tener Música y un Amigo en el Gimnasio es muy Importante

Para estar comprometido de verdad con el entrenamiento muchas veces no basta con el propio convencimiento ni las ganas de cumplir. Hay ocasiones en que va muy bien contar con un aliciente externo que te empuje a acudir al gimnasio incluso en aquellos momentos de bajón, sea porque ese día hace mal tiempo, estás cansado o simplemente no te apetece.

Ese aliciente puede ser contar con un amigo o compañero de entrenamiento con quien quedar. Y eso porque no es lo mismo adquirir el compromiso contigo mismo que quedar a una hora y en un sitio acordado con otra persona. Además, el hecho de entrenar en compañía da pie, más veces de lo que te crees, a una sana rivalidad que ayuda a mantener la intensidad del entrenamiento muy por encima que cuando lo haces solo. Y, cómo no, nada comparable a tener un amigo de entrenamiento para comentar todo aquello destacable que veas en el gimnasio. Y no sólo para comentar en lo que se refiere a los ejercicios.

🎵 Mejor con Música

Además el amigo, la música también juega un papel fundamental a la hora de mantener nuestra motivación bien arriba y evitar que abandonemos nuestro objetivo a mitad de camino. Yo disfruto haciendo sesiones de cardio, por ejemplo, en una bicicleta estática, pero reconozco que a muchas gente eso de estar media hora pedaleando sin moverse se le puede hacer aburrido, por muchas endorfinas que cree. En algunos gimnasios aprovechan para poner pantallas de televisión con espacios deportivos o vídeos musicales, pero yo soy de la opinión que no hay nada mejor que la música para ayudar a la concentración. Y no la música de fondo que ponen en algunas salas, sino la tuya propia, la que más te gusta.

Por supuesto, el caso de las actividades dirigidas es diferente. Ahí no puedes llevarte la música que te guste sino que lo que suena, suena para todos. Y así ha de ser, porque es lo que el monitor o monitora considera que se adapta mejor a los ejercicios que te va a plantear. Lo que debe quedarte claro es que la música, al igual que un amigo, es de las mejores ayudas a la hora de hacer más entretenido el entrenamiento y así motivarte a que acudas a tu gimnasio. O a que alargues un poco más la sesión, pues tu buen estado de ánimo no es difícil que te lleve a aguantar una canción más.